SANTIAGO.- El Presidente de la República, Ricardo Lagos, llamó hoy a abandonar su protesta a los tres mineros y sus esposas que desde ayer permanecen encerrados en una mina de Tocopilla, como forma de manifestar su rechazo a los problemas laborales por los que atraviesan.
"Es necesario que los mineros entiendan que deben deponer su acción de fuerza, porque está en riesgo su vida", señaló el Primer Mandatario, quien calificó como un hecho "dramático" que los trabajadores se encuentren enterrados a 1.600 metros de profundidad.
Los mineros, que se comunican con el exterior a través de un tubo por el que también se les suministran alimentos, permanecen desde ayer encerrados en la mina de cobre "Miramar", situada en las afueras de la ciudad de Tocopilla.
A través del tubo, los trabajadores fueron entrevistados hoy por un médico, al que dijeron que sólo sienten algunos síntomas de resfrío y que las mujeres sufren dolor de oídos, por no estar acostumbradas a permanecer en esas condiciones.
TVN introdujo por el tubo una cámara, ante la cual los encerrados reiteraron su disposición de permanecer ahí hasta lograr su objetivo, al tiempo que mostraban las cargas explosivas que tienen preparadas en caso de que la policía trate de sacarlos por la fuerza.
El presidente de la Asociación de Mineros de Tocopilla, Julio Tapia, dijo a EFE que los trabajadores que decidieron "enterrarse" en una mina para denunciar su "situación de vida extrema" no depondrán su acción, mientras no tengan soluciones concretas por parte del Gobierno.
"Lo que han hecho nuestros compañeros obedece a la desesperación de tener una situación laboral precaria, marcada por malos tratos y falta de seguridad social", afirmó el dirigente sindical.
Agregó que toda la comunidad minera de la zona se ha movilizado para congregarse frente a la mina y que no permitirá ninguna acción de fuerza por parte de las autoridades.
Los mineros, identificados como Félix Godoy y Manuel y Héctor Morales, utilizaron seis cartuchos de amongelatina (explosivo industrial) para bloquear la entrada a la mina "Miramar" e instalaron otros seis más adentro, por si tratan de sacarlos.
Según Tapia, los mineros de la zona trabajan en su mayoría para contratistas que se quedan con el 60 por ciento de las ganancias, mientras que quienes extraen los minerales, principalmente cobre, deben repartirse el 40 por ciento restante.
Así, junto con demandar un mejor trato de los contratistas, Julio Tapia pidió que la Empresa Nacional de Minería (ENAMI) abra sus compras a los sulfuros de cobre, pues a la fecha sólo compra óxidos, que son de alta ley y "de fundición directa, que no necesita tratamiento".
Los ejecutivos de ENAMI dijeron, sin embargo, que no pueden hacer nada en este caso, pues la demanda concreta de los trabajadores es tomar en arriendo unas pertenencias mineras de propiedad de una empresa privada, lo que hace que la situación escape de las manos del Gobierno o del Estado.
La gobernación de Tocopilla presentó en los tribunales un recurso de protección en favor de los mineros encerrados y sus mujeres, a fin de que la Justicia tome medidas para resguardar su integridad física.
A juicio de la senadora Carmen Frei (DC), el Gobierno debe asumir su responsabilidad en lo que calificó como "drama humano" e impulsar distintas medidas de fortalecimiento y fomento de la actividad minera en el norte chileno.