SANTIAGO.- Un grupo de al menos 20 comerciantes no videntes se apostó en la mañana en pleno Paseo Ahumada para protestar por lo que consideran tratos discriminatorios del alcalde de Santiago, Joaquín Lavín, quien -según afirman- les impide trabajar en el comercio callejero.
Los no videntes, pertenecientes a lo que ellos denominan Nueva Unión de Ciegos Comerciantes por el Centro, que agrupa a unas 60 personas, reclamaron la falta de compromiso del municipio capitalino para entregarles los espacios para trabajar.
A juicio del dirigente de la agrupación, Andrés Albornoz, "el alcalde sólo nos ha dado aspirinas a nuestro problema", al hacer alusión a un bono de 60.000 pesos que se les entregó el mes pasado (abril), con el compromiso de que ellos no pudieran desarrollar su actividad en un período de 15 días.
Transcurrido este lapso, afirman, "el alcalde nos mandó a decir con su subrogante, Patricio Cordero, que nos iba a dar una solución definitiva, la que no se ha concretado.
En su opinión, la agrupación lo único que pretende es que el municipio les devuelva un permiso para trabajar caducado hace cinco años. Agregó que el gremio no ha podido desempeñar sus actividades desde hace un mes, lo que en definitiva "nos tiene en una situación económica complicada, porque a los ciegos no nos dan trabajo en ninguna parte y como todos, tenemos que comer, sobrevivir y darle educación a nuestros hijos", sentenció Albornoz.
