SANTIAGO.- La familia del asesinado ex canciller chileno Orlando Letelier solicitó hoy un juez especial para que investigue el homicidio del ex agente de la disuelta DINA, el químico Eugenio Berríos, ocurrido en Uruguay en 1995.
Esta es la tercera vez que elevan este tipo de solicitud a la Corte Suprema de Chile, luego de las peticiones hechas por los parientes del propio Berríos y más tarde por la familia del ex presidente chileno Eduardo Frei Montalva (1964-70).
Los abogados Fabiola Letelier y Sergio Corvalán interpusieron este jueves la presentación, ya que explicaron que existen "claros indicios" de que el crimen de Berríos se produjo para obstruir la investigación que se realizaba en Chile por el homicidio del ex canciller, ocurrido en Washington en 1976.
El ex químico de la DINA, primera policía de Augusto Pinochet, huyó de su país en noviembre de 1991 con destino a Uruguay, cuando era buscado en Chile como testigo clave para aclarar el crimen del ex diplomático.
"Con la muerte de Berríos se impide que el ministro (juez) que estuvo a cargo del caso (Letelier) pudiera obtener antecedentes valiosos para acreditar la responsabilidad de personas que luego no fueron condenadas", dijo la jurista Letelier, quien es hermana del ex canciller chileno.
En tanto, el abogado Corvalán indicó que en esta petición se manifiesta la necesidad "de dejar de considerar la muerte de Berríos como un hecho delictual, y reconocer que se trata de un delito en el que intervinieron agentes del Estado a fin de obstruir la justicia".
La primera solictud para que se designe un juez especial en el caso fue interpuesta en marzo pasado por el abogado de la familia Berríos, Thomas Ehrenfeld.
Luego, adhirió la familia del ex mandatario Frei Montalva, debido a la presunta conexión que el caso tendría con el fallecimiento del ex gobernante, según lo ha denunciado su hija, la senadora Carmen Frei.
A Berríos, quien fue experto en el letal gas sarín, la familia Frei lo implica en el deceso del ex presidente demócrata cristiano, ocurrida en 1982 en un hospital de Santiago a raíz de una infección generalizada.
El ex agentes de la DINA llegó a Uruguay en 1991 y se encontraba desaparecido desde 1993, hasta que su cadáver fue encontrado dos años después semienterrado en un playa cercana a Montevideo con las manos atadas y dos impactos de bala en la nuca.
En marzo de este año sus restos fueron repatriados luego de que se confirmara plenamente su identidad mediante pruebas de ADN. La investigación por su muerte fue archivada en Uruguay en 1998 sin culpables, pero en mayo de 2001 se reabrió luego que desde Chile se denunciara como presuntos implicados un grupo de militares chilenos.
Berríos aparece implicado también en el asesinato del funcionario español de las Naciones Unidas, Carmelo Soria, ocurrido en plena dictadura de Pinochet, en julio de 1976.