LA PAZ, Bolivia.- Un posible restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Bolivia y Chile, interrumpidas desde 1962, requiere de un cambio en la calidad de esos vínculos, dijo hoy el ministro de Relaciones Exteriores boliviano, Gustavo Fernández.
El miércoles pasado, la ministra chilena de Relaciones Exteriores, Soledad Alvear, dijo que el gobierno de Santiago está dispuesto a reanudar el diálogo diplomático con Bolivia cuando el Ejecutivo de La Paz lo considere pertinente.
Fernández, en declaraciones a la emisora Panamericana, sostuvo que "la reanudación de relaciones es una manifestación formal de algo más importante" entre las dos naciones.
"Lo que queremos es que se produzca un cambio en la calidad de nuestras relaciones y los elementos que contribuirían a ese cambio de visión de conjunto están aún en análisis en los dos países", precisó el ministro.
Bolivia y Chile no tienen relaciones diplomáticas plenas desde 1962, cuando las autoridades de La Paz protestaron por la desviación del curso del río Lauca, que nace en Chile y riega parte del altiplano boliviano.
Después, en 1975, los entonces gobernantes Hugo Banzer y Augusto Pinochet restablecieron las embajadas y empezaron a discutir la solicitud boliviana de una salida al mar, que fracasó en 1978, cuando La Paz consideró que Chile no tenía verdadera intención de alcanzar un acuerdo.
La demanda marítima boliviana es consecuencia de la Guerra del Pacífico (1879-1880), cuando Chile derrotó a Bolivia y Perú y tomó 120.000 kilómetros de Bolivia y de la provincia peruana de Arica.
La probable reanudación de las relaciones entre Bolivia y Chile surgió en Santiago cuando los países discuten la oferta chilena para que los bolivianos utilicen su territorio para el proyecto de exportación de gas natural a México y Estados Unidos.
Según el canciller de Bolivia, el objetivo de su gobierno es asegurar las condiciones técnicas y económicas del proyecto de exportación de gas, que es fundamental para su futuro, y asegurar la presencia de su país en el océano Pacífico.
"Si esas condiciones (ofrecidas por Chile o Perú) no satisfacen plenamente los intereses nacionales, la decisión no se tomará", afirmó Fernández al insistir en que el Presidente, Jorge Quiroga, aún no ha tomado una definición sobre el tema.
Añadió que "siguen en consideración los elementos de orden económico, técnico, financiero y político" que las autoridades chilenas y peruanas deben cumplir ante Bolivia para que La Paz elija el puerto desde el cual se embarcará el hidrocarburo.
Chilenos y peruanos pugnan por servir de paso del gas boliviano para beneficiarse de la inversión que requiere la construcción del gasoducto desde los campos gasíferos del sureste boliviano y de la planta de licuefacción en el puerto de embarque, estimada en 2.500 millones de dólares.
El proyecto es diseñado por el consorcio Pacific LNG, liderado por la petrolera hispano-argentina Repsol YPF.