SANTIAGO.- Debido a la crítica situación que enfrenta la Región de Aysén a causa del invierno blanco y las bajísimas temperaturas que ya cobraron varias vidas, el Gobierno decidió hoy declarar zona de catástrofe a la comuna de Coihaique.
Así lo informó esta tarde el subsecretario del Interior, Jorge Correa Sutil, al explicar que la medida apunta a iniciar a la brevedad la reconstrucción de la localidad que ha resultado ser la más azotada por las inclemencias del tiempo en la última semana.
Para hacerlo, el Ministerio de Vivienda se saltará los trámites propios de un llamado a la licitación, lo que implica comenzar la edificación de inmuebles y la reparación de otros, sobre todo en los lugares donde habitan las personas más pobres.
Asimismo, Correa indicó que se otorgaron facultades especiales a la intendenta de la XI Región con el propósito de hacer más ejecutiva su gestión en la destinación de los recursos a las zonas más complicadas.
"La declaración de zona de catástrofe tiene un objetivo distinto y es básicamente poder proceder a la reconstrucción, fundamentalmente de viviendas, sin necesidad de llamados a licitación, además de entregarle en este caso a la intendenta regional algunas atribuciones de carácter especial que pudieran hacer más eficiente la labor de la administración de los recursos públicos".
En ese sentido, el subsecretario precisó que el Ejecutivo ha destinado más de 150 millones de pesos para paliar la situación que viven los habitantes de una de las regiones más australes del país.
Frente a las críticas de la falta de rapidez en la reacción del Gobierno para ir en ayuda de Aysén, Correa Sutil afirmó que el Gobierno ha estado en terreno desde el primer día y ha constituido el comité de emergencia desde el comienzo, además de entregar los fondos requeridos para surtir de agua y combustible para calefacción.
"Yo estuve ayer (domingo) en la zona de Coihaique y me pude dar cuenta de que se estaban supliendo esas necesidades de manera rápida. Naturalmente que hay problemas de pobreza que son difíciles de afrontar y que la emergencia ha dejado de manifiesto", afirmó, añadiendo que los caminos ya están despejados -aunque se esperan nuevas heladas- gracias a la ayuda de la empresa privada, como Sal Lobos que donó 25 toneladas de sal para evitar que el pavimento se torne resbaladizo.
El Ejecutivo adoptó esta determinación accediendo a la solicitud del senador por la XI Región, Adolfo Zaldívar, quien se reunió hoy con el ministro del Interior, José Miguel Insulza, con quien trató el tema y consiguió ser escuchado.
Asimismo, pidió la intervención del Ejecutivo para conseguir la erradicación de 196 familias que viven en campamentos (160 en Coihaique y 36 en Puerto Aysén), lo cual será expuesto al ministro de la Vivienda, Jaime Ravinet.
"Aquí se está hablando de temperaturas que han llegado en la parte alta de Coihaique a los 37 grados bajo cero y hay familias que viven en condiciones reales de indigencia, hay varios muertos por hipotermia y hay situaciones que no dan para más", dijo Zaldívar, añadiendo que esperaba que el Gobierno actuará más rápido.