SANTIAGO.- El presidente de la Cámara Chilena del Libro, Alejandro Melo, denunció, en declaraciones a la agencia AFP, que editoriales extranjeras estarían articulando un boicot a la próxima versión de la Feria Internacional del Libro de Santiago, por la fuerte extensión de la piratería en el país.
Las más importantes editoriales de Argentina, Colombia, España y México estarían dispuestas a boicotear la Feria Internacional del Libro de Santiago, porque a sus ojos las autoridades no se preocupan por la piratería, advirtió Melo.
El titular de la organización, que reúne a las principales editoriales chilenas, explicó que en sucesivos contactos telefónicos recibió las quejas de los directivos de dichas editoriales, así como el anuncio de que evalúan no asistir al encuentro, que se desarrollará en octubre próximo.
En las conversaciones -precisó-, los ejecutivos le hicieron sentir su malestar por la "pasividad y negligencia" de las autoridades chilenas para detener este delito, que genera pérdidas anuales a la industria editorial cercanas a los 25 millones de dólares.
Según Melo, la presión de los editores latinoamericanos podría alentar a las autoridades para emprender acciones más efectivas contra los editores piratas.
Agregó que la molestia de los ejecutivos extranjeros es entendible porque "en Chile el fenómeno sobrepasó ya todos los límites permitidos, con calles inundadas de vendedores de libros, hasta bibliotecas enteras de universidades con textos fotocopiados".
A su juicio, Chile ostenta junto a Perú "el nefasto récord" de liderar la lista de países en América Latina más afectados por el comercio ilegal de libros, al que se suman las ediciones clandestinas de discos compactos y programas computacionales.
Con estos antecedentes, Melo pidió al Gobierno una fiscalización más efectiva, junto con la creación de leyes específicas para proteger la propiedad intelectual de los autores.
Solicitó además a los Tribunales de Justicia aplicar con mayor severidad las penas, cuando se constate el robo de los derechos de autoría.
En forma paralela, los editores propusieron que el Gobierno rebaje del 18 al 4 por ciento, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) que grava las ventas de libros.
Esta medida, según explicó el presidente de la Cámara, reduciría el precio final de venta de los ejemplares y desmotivaría la compra de ediciones piratas, que en general son un 50 por ciento más baratas que las originales.
A la última Feria Internacional del Libro de Santiago asistieron 250 mil lectores y compradores, quienes tuvieron la oportunidad de conocer las novedades de 120 editoriales de Chile y de más de 30 paìses.
