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Embargan bienes a "geisha chilena"

La jueza del Tercer Juzgado del Crimen de Santiago, Verónica Sabag, resolvió el embargo de las propiedades de Alvarado y la procesó en calidad de inculpada por el delito de "falsificación de instrumento público".

03 de Agosto de 2002 | 15:47 | EFE
SANTIAGO.- La Justicia chilena ordenó el embargo de los bienes de Anita Alvarado, la "geisha chilena" que saltó a la fama por los millones de dólares que recibió de su esposo japonés, quien los obtuvo defraudando a una empresa del Estado de Japón.

La jueza del Tercer Juzgado del Crimen de Santiago, Verónica Sabag, resolvió ayer, viernes, el embargo de las propiedades de Alvarado y la procesó en calidad de inculpada por el delito de "falsificación de instrumento público".

La decisión de Sabag se originó en una demanda que presentó en Chile el Gobierno japonés a través de la Corporación de la Vivienda de la ciudad de Aomori y que busca recuperar el dinero que le envió a la "geisha chilena" desde Tokio su marido, Yuji Chida, preso en el país asiático.

La magistrada también ordenó una orden de arraigo contra esta mujer, que publicó el miércoles pasado una biografía en la que describe con lujo de detalles cómo llegó a convertirse en millonaria después de vender su cuerpo en prostíbulos japoneses y casarse con Chida.

Además la citó para que preste la próxima semana declaración indagatoria en el proceso, que será investigado también por la Brigada de Delitos Económicos de la Policía de Investigaciones.

La fiscalía de la ciudad japonesa de Aomori afirma que Yuji Chida le regaló a su esposa 810 millones de yenes (7 millones de dólares) que aparentemente ella invirtió en su local nocturno "Delirio Caribeño", en una clínica y una fastuosa mansión que parece sacada de la película "Lo que el viento se llevó", situada en las afueras de Santiago.

El ex funcionario del Gobierno japonés, que ha declarado que desea divorciarse de Anita, ha señalado que entre 1997 y 2001 le dio a la "geisha" 1.097 millones de yenes (12 millones de dólares), cifra equivalente a todo lo que le robó a la Corporación de la Vivienda de Aomori, en la que trabajaba como contador.

La "geisha" ha afirmado que nunca supo que su marido era un ladrón, sino que pensaba que era millonario y por ello no le extrañaba que cuando ella volvió a Chile -donde se reunieron al menos doce veces entre el 2000 y 2001-, él le enviaba mensualmente más de 200.000 dólares.

También que si alguien pretendía quitarle sus propiedades arrendaría maquinaria pesada para destruirlo todo, porque ella sí puede reclamarle a su esposo la mitad de sus bienes, puesto que se casaron en Tokio sin separación de bienes patrimoniales.

"Yo también podría reclamarle a él la mitad de sus bienes y ahí el Gobierno japonés se caería de espalda. No se por qué buscan quitarme lo mío si bastante duro fue ser prostituta en Japón", ha dicho.
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