SANTIAGO.- El general Juan Emilio Cheyre, comandante en jefe del ejército chileno, declaró hoy que el asesinato del sindicalista Tucapel Jiménez "nunca debió haberse cometido" y resaltó que "involucra a personas pero no a la institución militar.
En la primera reacción luego que los tribunales de justicia condenaran a 12 militares por el crimen de Jiménez, perpetrado en febrero de 1982, el general Cheyre dijo a la TV local que el caso del sindicalista es un "avance" para Chile.
"La verdad aunque duela es importante, porque libera y trae paz a los espíritus", consideró el jefe militar chileno, el segundo en ocupar el cargo que ejerció el ex dictador Augusto Pinochet hasta marzo de 1994.
"Lo que nosotros valoramos y que es significativo para el Ejército es que la familia de Tucapel Jiménez haya podido honrar la dignidad de su padre en un crimen que nunca debió haber sido cometido, que nos duele y rechazamos", expresó Cheyre.