SANTIAGO.- Las siamesas nacidas a las 08:30 horas de hoy en el Hospital del Salvador se encuentran estables, con un mínimo de requerimiento de oxígeno y con diagnóstico reservado.
Así lo informó esta tarde el subdirector médico del Hospital Luis Calvo Mackenna, Héctor Olguín, quien agregó que una de las niñas presenta una cardiopatía bastante compleja y grave.
Tras su ingreso a ese recinto asistencial a las 10:30 horas, las gemelas fueron sometidas a una ecocardiografía la cual reveló que la más pequeña tiene un ventrículo único, una estenosis pulmonar crítica, una arteria mitral, una aurícula derecha común con su hermana, una transposición de grandes arterias y un ductus arterioso.
En tanto, la otra gemela tiene una aurícula derecha común con su hermana y una comunicación interventricular muscular, lo cual fue calificado por los especialistas como una cardiopatía de carácter leve.
Asimismo, Olguín explicó que la unión entre ambas niñas es bastante importante y se extiende aproximadamente por 18 centímetros, desde el esternón hasta el cordón umbilical.
"Es una unión bastante extensa, lo que también hay que tener en cuenta para una cirugía (de separación) posterior", acotó el doctor.
Los especialistas determinaron además que el cordón umbilical presenta una anomalía, lo que podría significar una malformación intestinal importante.
Con respecto al hígado, Olguín explicó que las ecografías prenatales demostraron que sólo existe uno común que está ubicado entre las dos niñas. Agregó que resta por determinar si el órgano presenta una o dos vías biliales, lo cual se analizará en los próximos días.
"Es aventurado decir el pronóstico de ellas, porque no tenemos el cuadro completo de las malformaciones complejas que hay", afirmó el médico.
Consultado respecto a la posibilidad de realizar una intervención para separar a las siamesas, el subdirector del Hospital Luis Calvo Mackenna sostuvo que, de ser viable, ésta tendría que llevarse a cabo no antes de que las niñas cumplan un año de vida. Esto debido a que es necesario preparar la piel de las menores para que cubra la gran cicatriz que les quedaría en el abdomen.
Agregó que el caso de estas niñas es más complejo que el que se registró en 1992 con los siameses José Patricio y Marcelo Antonio, ya que, según explicó, los niños estaban unidos por el tórax y ambos corazones funcionaban correctamente.
Sin embargo, puntualizó que las niñas serán tratadas básicamente por el mismo equipo quirúrgico que se ha hecho cargo de los anteriores casos de siameses.
