SANTIAGO.- El Pleno de la Corte de Apelaciones acordó dejar en "estudio" los requerimientos presentado por la jueza argentina María Servini de Cubría, en relación con el caso del asesinato del general Carlos Prats y su señora Sofía Cuthbert ocurrido en Buenos Aires el 30 de septiembre de 1974.
El Pleno tiene como plazo máximo treinta días para llegar a una resolución respecto de los requerimientos presentado por la magistrada María Servini de Cubría.
Con los alegatos en que los defensores de Augusto Pinochet reiteraron su incapacidad de ser juzgado y los acusadores su presunta responsabilidad en el asesinato del general Carlos Prats, se inició este martes un nuevo proceso de desafuero ante la Corte de Apelaciones.
Durante una hora las partes expusieron los argumentos en que fundaron su alegatos.
En defensa de Pinochet alegó este martes su ex canciller Miguel Schweitzer, quien sostuvo que se mantienen las condiciones médicas por las cuales la Corte Suprema sobreseyó el mes pasado a Pinochet.
“Además que no hay antecedentes que permitan de alguna manera vincular al general Pinochet a este hecho”, dijo Schweitzer.
Manifestó que en los antecedentes aportados por la jueza argentina no hay en realidad elementos que establezcan la vinculación de su defendido con el atentado.
Por su parte, la abogada Pamela Pereira, en representación de las tres hijas del matrimonio Prats-Cuthbert, señaló que “han quedado absolutamente claras las fundadas sospechas y, más aún, presunciones fundadas de la participación de Augusto Pinochet que están establecidas en el proceso argentino”.
Agregó que por informes médicos que presentaron habría quedado demostrado que Pinochet no está demente y puede por lo tanto responder ante la justicia. “La realidad de los hechos públicos y notorios, que no requieren siquiera prueba desde el punto de vista procesal, es que Pinochet no se encuentra en esa situación de demencia”.
Los alegatos se realizaron prácticamente a puertas cerradas en presencia de 20 magistrados del pleno, por cuanto se iniciaron cuando concluía el horario de atención.
Sólo las hijas de Prats y algunos de los integrantes del equipo de defensores de Pinochet ingresaron a la estrecha sala en que se desarrollaron los alegatos.
