SANTIAGO.- Como aceptable evaluó el Servicio de Salud Metropolitano del Ambiente (Sesma) la presencia de elementos inorgánicos -metales- en el aire de la Región Metropolitana, de acuerdo a un estudio elaborado por la entidad que analizó los niveles de arsénico, cadmio, manganeso, níquel, cobre, zinc y plomo en la atmósfera entre los años 1997 y 2000.
Ello, teniendo en cuenta que uno de los principales problemas de contaminación atmosférica de la capital es el material particulado respirable, el que está estrechamente relacionado con una serie de elementos y compuestos inorgánicos que se hace necesario caracterizar, debido a que muchos de ellos son tóxicos e incluso cancerígenos.
En este contexto, el estudio analizó 3.195 filtros de las estaciones de la red de monitoreo de calidad del aire de La Pintana, Cerrillos y Ñuñoa, cada una con características bien definidas respecto de su ubicación:
- La Pintana: se reconoce como un sector residencial, con poca circulación de vehículos a gasolina y gran circulación de buses. Casi no cuenta con fuentes fijas que emitan elementos al aire.
- Ñuñoa: sector residencial altamente poblado, con gran circulación de vehículos particulares y buses. Casi no cuenta con fuentes fijas que emitan elementos al aire.
- Cerrillos: sector industrial con variadas fuentes fijas y escaso movimiento de vehículos, comparativamente hablando.
De acuerdo a la evidencia encontrada y las normas, guías y/o recomendaciones sanitario ambientales internacionales revisadas en el marco de la investigación, el Sesma determinó que "la situación es aceptable desde el punto de vista de cumplir durante el período estudiado para los valores guías recomendados para cadmio y manganeso".
Igual evaluación fue para el rango de concentraciones estudiadas para la Unidad de Riesgo (UR) de níquel.
"Las concentraciones de arsénico son las únicas que se ubican dentro del rango de concentraciones considerado para su respectiva UR. En cuanto a la presencia de cobre y zinc, estos metales no se describen como elementos contaminantes del aire", sostiene el estudio.
En el caso del plomo, "en marzo de 2001 se entregaron los resultados para el período aquí estudiado, resaltando que la Región Metropolitana se encuentra cumpliendo la Norma Chilena de Plomo en Aire, máxime que ENAP eliminó aquel mes el plomo de la gasolina".
En general, subraya el Sesma, se observa un comportamiento estacional en las tres estaciones de monitoreo durante los diferentes años estudiados. En los meses de invierno, particularmente mayo, junio y julio, se observa un aumento de varias veces el contenido de los elementos en el material particulado al compararlo con los meses de verano.
Este comportamiento es, en general, independiente de la estación y del metal estudiado, aunque los valores encontrados difieren notablemente entre ellas.
Estos resultados se pueden explicar por las condiciones meteorológicas que impiden que las partículas puedan dispersarse debido especialmente al fenómeno de inversión térmica.