SANTIAGO.- El origen del colapso eléctrico que afectó al país entre las regiones de Antofagasta y de Los Lagos se debió al corte de un cable conductor de 220 mil volts en uno de los circuitos entre las subestaciones de Cerro Navia y Alto Jahuel que pertenece a la empresa operadora de las intalaciones eléctricas, Transelec, según lo explicó su Gerente General, Guillermo Espinosa.
El ejecutivo precisó que en condiciones normales la pérdida de un circuito no debería tener consecuencia sobre el suministro "puesto que se produce una redistribución del flujo eléctrico con las otras líneas del sistema de transmisión manteniéndose el abastecimiento".
Sin embargo -señaló-,por causas que se están investigando, "varias líneas y centrales generadoras del sistema de transmisión se vieron afectadas por desequilibrios de voltaje y variaciones de frecuencia, provocando que éstas también se desconectaran en forma automática por la operación de sus protecciones, lo que causó en definitiva la pérdida del suministro que ya se conoce".
La empresa es propietaria y operadora de la gran mayoría de las instalaciones de transmisión eléctrica que conforman la red troncal del Sistema Interconectado Central, SIC.
El servicio eléctrico quedó normalizado pasadas las 13:15 horas luego que esta mañana se registrara el corte de energía que afectó a la zona comprendida entre la II y VII Región, incluyendo la Metropolitana y la de Valparaíso.
Según informó Chilectra, la recuperación del sistema se inició a las 11:45 horas con la entrega de los primeros bloques de energía que permitieron normalizar el centro cívico de la capital y proseguir paulatinamente hasta el 100 por ciento de la normalización.
La falla afectó a semáforos, computadores, sucursales bancarias, empresas y al Metro de Santiago, cuyo servicio tuvo que ser suspendido en todas sus líneas, debido a que la capacidad del SIC era insuficiente para proveer de energía a los trenes.
En tanto, Endesa Chile descartó tener alguna responsabilidad en el corte de energía que dejó sin suministro eléctrico a gran parte del país.
En este sentido, la empresa informó que sus centrales hidroeléctricas no dejaron en ningún momento de suministrar energía al SIC y agregó que el apagón obligó al Centro de Despacho Económico de Carga a poner en marcha otras cuatro centrales generadoras: Rapel y las termoeléctricas Tal Tal, Huasco y Diego de Almagro.
Por su parte, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) inició una investigación para precisar el tipo de falla generadora del corte.
Según se informó, el estudio podría extenderse por incluso más allá de seis meses, ya que en él deben considerarse todos los elementos que pudieron incidir en la interrupción, como la fatiga de material o el lanzamiento de objetos extraños al tendido eléctrico.
En caso de comprobarse la responsabilidad de alguna empresa, la SEC debe iniciar la formulación de cargos, luego de lo cual la compañía impugnada tiene derecho a presentar sus respectivos descargos.
Una historia de apagones
Desde 1999 que no se producía un corte de energía eléctrica tan extenso como el que hoy afectó al país. Sin embargo, a la hora de hacer un recuento de los apagones que se han registrado en Chile, podemos remontarnos al 5 de abril de 1995, cuando una falla técnica en la subestación Itahue (20 kilómetros al sur de Curicó) y una sobrecarga que afectó a la subestación Ancoa, dejaron a oscuras a seis regiones.
Luego, en enero de 1996, se registró un apagón entre Taltal y San Fernando, desperfecto que fue atribuido a la desconexión de uno de los reactores de la subestación Ancoa.
Posteriormente, en mayo de 1997, un corte de suministro afectó a la zona comprendida entre la III y X Región. La interrupción se debió a una falla técnica provocada por "oscilaciones de voltaje", casi simultánea en las centrales Ventanas y Pehuenche.
En octubre del mismo año, un nuevo apagón afectó desde la Sexta Región al norte, desperfecto que fue consecuencia de tres desconexiones sucesivas en el SIC. En la Región Metropolitana, el corte de energía eléctrica generó atochamientos vehiculares y obligó a evacuar a cerca de veinte mil personas de la red del Metro.
Seis regiones del país quedaron nuevamente a oscuras en abril de 1998. Esta vez, la falla tuvo su origen en una mala maniobra durante las faenas de mantención de los equipos. Un mes después se produce un corte de luz desde La Ligua hasta Taltal, otra vez debido a un desperfecto en el SIC.
En diciembre del mismo año, una falla técnica en una subestación de la V Región ocasionó cortes de luz entre Polpaico y Los Angeles, provocando múltiples inconvenientes para la población, incluida la de la Región Metropolitana.
En mayo de 1999, un desperfecto en la central de ciclo combinado Nueva Renca, ocasionó un prolongado corte de energía que afectó desde Copiapó a Chiloé.
Los apagones que se registraron desde esa fecha hasta ahora, sólo afectaron a una o dos regiones del país.