SANTIAGO.- Tras la reunión que por cuatro horas sostuvo la ministra de Defensa, Michelle Bachelet, con los comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas y de Carabineros, los uniformados se comprometieron a renovar el espíritu de la Mesa de Diálogo, en el sentido de avanzar en la verdad sobre el destino de los detenidos desaparecidos y de corregir los errores que se pudieran haber cometido en la recopilación de los datos que finalmente fueron a parar a la Mesa de Diálogo.
"El objeto de la reunión es mirar cuál fue la Mesa de Diálogo y todo su contenido, y también mirar si al interior de las instituciones habría habido algún tipo de errores que pudieran corregirse en el futuro", señaló la titular de Defensa.
Sin embargo, la secretaria de Estado sostuvo que aunque se constaten errores en la recopilación de datos, éstos no le quitan credibilidad a la instancia que unió a civiles y militares en torno a los Derechos Humanos, puesto que el trabajo que allí se hizo consistió en recabar información y entregarla de inmediato a los Tribunales de Justicia, que son los encargados de determinar si son verdaderos o no esos antecedentes.
La reunión se produjo tras la tensa relación vivida la semana pasada entre el Gobierno y el Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, general patricio Ríos, a raíz de las denuncias sobre una posible rearticulación del "Comando Conjunto" y por la forma en cómo se recopiló y entregó la información sobre violaciones a los Derechos Humanos a la Mesa de Diálogo.
No obstante ese antecedente y las versiones periodísticas que apuntaban a que el tema sería tratado en la reunión de esta mañana, Bachelet negó que en el encuentro se hayan abordado el asunto y aclaró que tampoco se conversó sobre una posible renuncia del general de aviación.
La secretaria de Estado convocó a los comandantes en Jefe del Ejército, general Juan Emilio Cheyre; de la Armada (s), vicealmirante Felipe Howard, de la Fuerza Aérea, Patricio Ríos; y al General Director de Carabineros, Alberto Cienfuegos, con el objeto de analizar el espíritu de la Mesa de Diálogo y de evaluar los avances que dicha instancia ha tenido, así como sellar el compromiso de crear las condiciones para seguir avanzando en ese mismo principio.
Por ello, la ministra emplazó a quienes tengan antecedentes que puedan ser de utilidad para dar con el paradero de los detenidos desaparecidos, se acerquen a entregarlos, pues -según ella- hoy existen las condiciones para ello.
Asimismo, Bachelet defendió a la Mesa de Diálogo e hizo hincapié en que los avances logrados por esta instancia han tenido un importante significado para el país, tanto en el esclarecimiento de la verdad sobre el paradero de los detenidos desaparecidos, como también en el reconocimiento realizado por las FF.AA. sobre su responsabilidad en los hechos.
Pese a los cuestionamientos de la que sido objeto la Mesa de Diálogo, la ministra de Defensa aseguró que los comandantes en Jefe se retiraron de la reunión con el convencimiento de que han hecho sus máximos esfuerzos en apoyar esta tarea.
Consultada sobre si el Gobierno daba por superado el conflicto con el general Ríos a raíz de las denuncias aparecidas en el diario "La Nación", acerca de la presunta rearticulación del Comando Conjunto, Michelle Bachelet eludió la pregunta y aseguró que La Moneda ha hecho lo que corresponde.
"Ante una situación de denuncia pública, hemos hecho las investigaciones correspondientes. El Presidente de la República ya dio su opinión a toda la ciudadanía al respecto. Yo no tengo nada que añadir y consideramos que ante la necesidad de avanzar en este mismo espíritu de la Mesa de Diálogo, entregamos la información a los Tribunales de Justicia", sostuvo la secretaria de Estado.
Ante la pregunta sobre si los comandantes en Jefe se habrían comprometido a abrir nuevos canales para recopilar mayor información sobre detenidos desaparecidos, Bachelet explicó que los jefes castrenses y de orden "han señalado en múltiples ocasiones que ellos no tienen, como instituciones, hoy día mayor información. En la Mesa de Diálogo hicieron un enorme esfuerzo y obtuvieron toda la información que lograron (...). No se niegan a recavar más información, sino que dicen que no tienen acceso a mayor información".
Una tensa semana
(El Mercurio, 03/10/2002) La evolución de la crisis entre el Comandante en Jefe de la FACh, general (a) Patricio Ríos, y el Gobierno alcanzó a comienzos de semana el peor de los escenarios para las Fuerzas Armadas y de Orden, ya que puso en duda el honor de estas instituciones y su aporte entregado a la Mesa de Diálogo.
Dicha instancia es considerada para los militares como un verdadero hito de reconciliación, puesto que constituyó el primer y "doloroso" reconocimiento de que efectivamente existieron violaciones a los derechos humanos y la primera medida de acercamiento hacia los sectores afectados.
Después de ese foro, explicaron fuentes castrenses, para el Ejército fue más fácil impulsar gestos concretos de acercamiento, primero tímidamente por el general (r) Ricardo Izurieta y llevados a un extremo, insospechado años atrás, por el general Juan Emilio Cheyre.
En este marco se cuentan los homenajes a los generales René Schneider y Carlos Prats, la apertura de los cuarteles y la persistente disposición a resolver a la brevedad las solicitudes de la justicia.
Las dudas puestas sobre la Fuerza Aérea de Chile, por estas razones, no podían dejarse a su suerte, porque dañan directamente a todo el "capital de reconciliación" ganado en años de trabajo, por lo que los Comandantes en Jefe del Ejército y la Armada decidieron intervenir para salvar la transparencia de una etapa que difícilmente estarían dispuestos a volver a vivir.
Tras rápidas llamadas telefónicas y luego de informar al gobierno, los jefes militares decidieron reunirse en Santiago bajo estricto secreto y conversar de la situación, antes de que el almirante Miguel Vergara viajara a Japón.
En el encuentro, se aseguró, Cheyre y Vergara le manifestaron su preocupación al jefe aéreo, explicándole que las dudas al informe de la FACh podrían extenderse hacia todas las instituciones y dañar gravemente sus esfuerzos por superar el pasado.
Fuentes de Gobierno aseguraron que el Ejército y la Armada, lejos de entregarle un respaldo a Ríos, decidieron trabajar para mantener el prestigio de las instituciones de la defensa con una estrategia común para superar los hechos recientes y demostrar, en conjunto, que el aporte militar a la Mesa de Diálogo fue real y sincero.
En círculos castrenses se explicó que con el encuentro de los Comandantes en Jefe se decidió coordinar todas las futuras acciones con la Ministra de Defensa y con el Gobierno, lo que requería como condición básica que Ríos concurriera ayer al Congreso, lo que en algún minuto estuvo en duda.
Los militares también conversaron sobre la necesidad de renovar su compromiso institucional con la Mesa de Diálogo, el cual es irrenunciable, y definir algunas líneas de acción para reforzarla. En igual sentido se pronunció ayer la ministra Bachelet en Rancagua.
El Ejecutivo se mostró tranquilo ante los recientes acontecimientos, aunque sólo fue informado a última hora del encuentro de los generales del martes en la tarde.
El vicepresidente José Miguel Insulza evitó realizar conjeturas sobre la reunión de generales, indicando que era razonable que tuvieran conversaciones entre ellos para fijar su informe a la ministra.
"Lo importante es que estas conversaciones se realicen como se realizó ésta: en las sedes institucionales y con pleno conocimiento de la autoridad civil. Pasaron los tiempos de los cierres de filas, esos son de la década anterior, del comienzo de la transición. Felizmente la democracia en Chile está lo suficientemente sólida para no hacer ese tipo de conjeturas", recalcó.
