SANTIAGO,- Texto del mensaje de la Conferencia Episcopal emitido hoy:
NOS MUEVE SALVAGUARDAR LA
INSTITUCIÓN BÁSICA DE NUESTRA SOCIEDAD{
1.- Los Obispos de Chile, hacia el término de nuestra Visita ad limina, hemos tenido la alegría de un cordial encuentro común con el Santo Padre. En estos días, Chile ha estado muy presente en nuestro espíritu. Desde aquí, hemos seguido las alternativas de la tramitación de la nueva ley de Matrimonio Civil en la Comisión de Constitución del Senado de la República.
2.- En nuestro mensaje del último domingo, dirigido a las familias, reiteramos que elevábamos "nuestra oración cotidiana", para que "en cualquier futura legislación sea reconocido el carácter definitivo que tiene la unión matrimonial para los contrayentes, especialmente para quienes se unen por el vínculo sacramental".
3.- El mismo Santo Padre, en el discurso que nos dirigió ayer martes, nos expresó paternalmente: "Conozco y valoro cuanto estáis haciendo en favor de la familia", agregando que esto ocurre en medio de numerosas dificultades y embates contra el matrimonio en "aspectos esenciales según el proyecto de Dios, tal como es el matrimonio con carácter indisoluble".
4.- Los Obispos, por responsabilidad ante Chile entero, hemos pedido que se evite cualquier paso legislativo que tienda a instaurar el divorcio vincular en nuestra patria. Nos mueve, en primer lugar, salvaguardar la institución básica de toda nuestra sociedad. La experiencia de otros países ha mostrado que el divorcio destruye progresivamente la familia, debilitando gravemente a los pueblos.
5.- Reconocemos positivamente que un grupo de Senadores haya valorado el matrimonio religioso al proponer que se le dé efectos civiles, mediante su inscripción en los registros del Estado. Creemos que de prosperar esta iniciativa en el Senado de la República, la Cámara Alta estará haciendo un servicio de sabiduría política al país, pues abre un espacio a amplios sectores de la nación.
6.- Seguiremos empeñados, con los medios a nuestro alcance, para ayudar a que todos los matrimonios y las familias fortalezcan sus compromisos de amor responsable y contribuyan a que Chile sea un país de hermanos.
7.- En estas tareas también nos sentimos especialmente obligados por los desafíos de la extrema pobreza. Una familia estable es la primera y mejor escuela. En el núcleo familiar se adquieren los valores y motivaciones indispensables para que los más necesitados se constituyan en protagonistas de su propia superación, en una sociedad que ha de ser cada vez más un hogar solidario para ellos. Promover así la familia estable constituye para nosotros, sobre todo, un compromiso de esperanza con las jóvenes generaciones de Chile.
8.- Los Obispos de Chile invitamos a todas las comunidades de nuestra Iglesia, y a todos los creyentes en el Dios vivo, a continuar orando para que la legislación chilena dé la institucionalidad necesaria a las familias. Así nuestro país podrá avanzar hacia el porvenir con el vigor de nuestras mejores reservas espirituales.
En Roma, a 16 de Octubre de 2002.
COMITÉ PERMANENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE CHILE
+Francisco Javier Errázuriz Ossa
Cardenal Arzobispo de Santiago
Presidente
+Javier Prado Aránguiz
Obispo de Rancagua
Vicepresidente
+Manuel Donoso Donoso
Arzobispo de La Serena
+Alejandro Goic Karmelic
Obispo de Osorno
+Manuel Camilo Vial Risopatrón
Obispo de Temuco
Secretario General
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