SANTIAGO.- En compañía del abogado Alfonso Insunza, Carmen Soria, hija del fallecido diplomático español Carmelo Soria, presentó esta mañana una querella por asociación ilícita y obstrucción con el fin de que la justicia asuma la investigación de los hechos que rodearon la muerte de Soria y se extienda a la del fallecimiento de Berríos.
Según explicó Insunza, la acción legal interpuesta en el Sexto Juzgado del Crimen de Santiago se basa en que existen sospechas fundadas de que Berríos aplicó gas sarín a Carmelo Soria en julio de 1976, por lo que el fallecido químico debió haber declarado en la investigación que se sigue para aclarar la muerte del ciudadano español.
El abogado explicó que cuando se reabrió en la justicia el caso Soria, Eugenio Berríos ya estaba fuera del país, por lo que no pudo prestar declaración a pesar de que era pieza clave en la investigación.
Asimismo, el profesional afirmó que el delito de asociación ilícita "comienza con la DINA y sigue hasta el día de hoy mientras exista una cooperación de mandos del Ejército de ocultar crímenes cometidos por la DINA".
Por su parte, Carmen Soria afirmó que una de las razones para que Berríos se fuera del país era que no prestara declaración en el caso Soria.
Esta querella es similar a la presentada el lunes pasado por la familia Frei, también por obstrucción a la justicia y asociación ilícita contra los responsables de la muerte del ex químico. Ambas acciones legales deberán ser investigadas por la jueza Olga Pérez, quien está a cargo del caso Berríos.
Carmelo Soria, quien trabajaba para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), fue secuestrado y asesinado en 1976. Su cadáver fue introducido en un automóvil que posteriormente fue arrojado al canal El Carmen en Santiago, con la intención de simular un accidente de tránsito.
