SANTIAGO.- Los obispos de la Iglesia Católica pidieron perdón nuevamente por los abusos cometidos por sacerdotes en los últimos años, y aseguraron que los responsables de los ilícitos "no tienen lugar en el sacerdocio y en la vida religiosa".
"Queremos colaborar con toda transparencia en los procesos judiciales ante los tribunales civiles", expresó una declaración de la Asamblea de la Conferencia Episcopal, en alusión a los procesos que hoy día están en marcha en los tribunales.
Aunque los casos de pedofilia y estupro atribuidos a religiosos datan de la pasada década, sólo se convirtieron en escándalo público esta año, tras una ola de denuncias de víctimas y familiares.
Las revelaciones inculpan en distintos puntos del país al ex obispo Francisco José Cox y a los sacerdotes Andrés Aguirre Ovalle, Antonio Larraín, Víctor Hugo Carrera, Héctor Valdés y Enrique Valdebenito.
Cox, que llegó a ocupar en el Vaticano el secretariado del Consejo Pontificio para la Familia, fue investigado por sus inclinaciones homosexuales y sancionado con alejamiento de por vida por la Iglesia.
Entre los restantes casos, hoy indagados por tribunales, aún sin sentencias finales, el más polémico es el de Andrés Aguirre Ovalle, a quien el Decimotercer Juzgado del crimen de Santiago declaró reo por estupros con nueve menores.
La conferencia episcopal incluyó el tema de las prácticas sexuales en su 84 asamblea, que se prolongó cinco días en la localidad costera de Punta Tralca, cercana a Santiago, durante esta semana.
"Las faltas de sus miembros (de la Iglesia) y, sobre todo, de sus pastores, llamados a representar al Buen Pastor, son un escándalo para los cristianos y la comunidad", dijo el texto leído ante la prensa por el Cardenal Arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz.
"Rechazamos todo abuso sexual, tanto en la Iglesia como en la sociedad", agregó la declaración.
Las medidas que adoptará la Iglesia chilena para encarar el problema, consideradas por la reunión de la conferencia, serán anunciadas más adelante, tras confirmaciones y análisis de abogados y expertos en derecho canónico, informó Errázuriz.
Desarrollo del encuentro
La 84ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile contó con la asistencia de 33 obispos y el Administrador Diocesano de Calama. El único ausente fue el Obispo de Arica, monseñor Renato Hasche, quien no pudo concurrir para atender en su diócesis un acto pastoral de especial importancia.
La asamblea se inició el lunes 18 con una preparación espiritual consistente en un tiempo de oración personal y encuentro fraternal, seguido de un tiempo de oración ante el Santísimo Sacramento en una Hora Santa.
En la noche de ese día se efectuó la sesión inaugural, que contó con la presencia del Nuncio Apostólico en Chile, monseñor Aldo Cavalli. Luego de los saludos correspondientes, éste se dirigió a los obispos señalando que la Nunciatura sigue con gran interés los acontecimientos en el país, en particular los que se refieren a la Iglesia. Agradeció el testimonio de unidad del episcopado y los animó a continuar sin desmayo su labor. Agregó que el ejemplo y el modo de actuar del Santo Padre con los medios de comunicación social podían servir para lograr a un diálogo interactivo con la opinión pública y así seguir anunciando el Evangelio.
A continuación, procedieron a efectuar las designaciones de responsables de diversos servicios durante la Asamblea, tales como los secretarios de actas, los encargados de la Liturgia, los moderadores de sesiones y los encargados de los asuntos varios.
Las primeras sesiones de la Asamblea estuvieron dedicadas a evaluar y acoger lo vivido durante la Visita ad limina apostolorum realizada durante el mes de octubre a Roma. Los viajeros hicieron presente las palabras de reconocimiento que tuvo el Papa por lo que han hecho los obispos de Chile a favor de la familia y de la estabilidad del matrimonio, así como por "los esfuerzos del pueblo chileno para insertarse en el mundo globa", instando a nuestro país no sólo a no perder su identidad cultural en este proceso de mutuo intercambio, sino a ser proactivo y generoso,"ofreciendo por doquier los mejores valores de su alma patria, fuertemente vinculados a su tradición católica".
El problema de la pedofilia
En otro aspecto de su encuentro en Punta de Tralca, los obispos conocieron los trabajos realizados por una Comisión y resolvieron, por una parte, rechazar todo abuso sexual, tanto en la Iglesia como en la sociedad, y reiterar públicamente lo dicho al respecto luego de la Asamblea Plenaria de Mayo de 2003, en el sentido que"no hay lugar en el sacerdocio y en la vida religiosa para quienes dañan a los jóvenes".
Agregaron que "es nuestro deber, y así lo cumpliremos, hacer cuanto esté de nuestra parte para impedir" estos abusos. Hicieron una dolida petición de perdón a las víctimas, anunciando que su apoyo se orientará, en primer lugar, hacia ellas. Confirmaron también su decisión de colaborar con toda transparencia en los procesos judiciales ante los tribunales civiles, sin pedir un trato diferente al estipulado por la ley, y sin que se obstruya en nado el ejercicio de la justicia.
Por otra parte, resolvieron profundizar en los aspectos jurídicos, tanto del Derecho Canónico, que es la ley de la Iglesia, como de la legislación civil, con el fin de brindar al pueblo cristiano y a la sociedad la mayor seguridad posible en estas materias, actuando al mismo tiempo con justicia y respeto a los derechos de las víctimas y también de quienes sean acusados de estos abusos. Para esto recurrirán a estudios especializados de los correspondientes peritos tanto en Chile como en el extranjero, particularmente de la Santa Sede.
La realidad nacional
En la primera de las sesiones destinadas a reflexionar pastoralmente acerca de la realidad nacional, los obispos contaron en esta oportunidad con el aporte de tres destacados laicos, quienes expusieron los dos o tres aspectos de la situación actual del país que les parecían más cruciales para su desarrollo futuro y sus expectativas sobre el rol de la Iglesia en esos contextos. Los expositores fueron el economista Humberto Vega, el profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Los Andes Cristóbal Orrego, y el profesor de Ciencia Política de la Universidad de Chile Walter Sánchez.
En la segunda de estas sesiones, los pastores analizaron esos y otros antecedentes y convinieron en dar una voz de alerta, sumándose a la advertencia que les formuló el Santo Padre.
"Es de esperar –les dijo- que los esfuerzos del pueblo chileno para insertarse en el mundo global no lo lleven a perder su identidad cultural, evitando que todo se reduzca a un mero intercambio económico y ofreciendo por doquier los mejores valores de su alma patria, fuertemente vinculada a su tradición católica".
Y luego agregó que "la Iglesia, desde su propia misión dentro de la sociedad, no debe eximirse de acompañar y orientar también los procesos que se llevan a cabo en el país, en la reforma de aspectos tan cruciales para el bien común como son, entre otros, la educación, la salud o la administración de justicia, velando para que sirvan a la promoción de los ciudadanos, particularmente de los más débiles y desfavorecido".
A la luz de esta realidad y de las palabras del Papa, los obispos hacen un apremiante llamado a todos los cristianos a asumir su responsabilidad en las comunidades e instituciones en las cuales trabajan y participan, para reavivar en ellas el espíritu de servicio desinteresado y generoso apoyando también el trabajo de los comités de ética para que se conviertan en crisoles que purifican las costumbres. Señalan que los únicos privilegiados han de ser los más afligidos, los más débiles, pobres, enfermos y marginados.
Luego de una exposición del marco referencial teológico para la pastoral de las vocaciones, presentado por mons. Ricardo Ezzati, los obispos conocieron y analizaron tres experiencias diocesanas de planificación para el Año de las Vocaciones: las de las diócesis de Chillán, Antofagasta y Santiago, y también el Plan de Trabajo propuesto por la respectiva Comisión Nacional.
Además de una serie de medidas concretas para la realización de este tiempo fuerte de pastoral vocacional, los obispos decidieron abrirlo el 8 de Diciembre y preparar su convocatoria mediante una Carta Pastoral de los Obispos de Chile.
Reelegido monseñor Camilo Vial
Monseñor Manuel Camilo Vial Risopatrón, obispo de Temuco y actual Secretario General de la Conferencia Episcopal fue reelegido para continuar desempeñándose en ese cargo por un nuevo período de tres años. Su cuenta sobre el ejercicio que cumplió en esta fecha fue aprobada con un voto de aplauso.
Los obispos conocieron también de la dramática situación que aflige al pueblo argentino y decidieron promover una campaña solidaria de ayuda. Para esto, el 25 de Mayo próximo, día nacional de la república hermana, se realizará una Colecta Nacional en las Misas y organismos de Iglesia para hacer llegar su producto a la Conferencia Episcopal Argentina.
Finalmente, como es habitual en estos encuentros, la agenda también contempló la revisión de aspectos administrativos y asuntos varios atingentes a la Conferencia Episcopal y a las diócesis.