SANTIAGO.- En estado de máxima alerta y dispuestos a aplicar las medidas de presión que se han conversado en los últimos días quedaron este jueves los gremios de la salud, luego que el Gobierno decidiera renovar las urgencias a los cinco proyectos de ley de reforma a la salud y plan AUGE que actualmente se discuten en el Congreso.
La potente señal del Ejecutivo en orden a no dar pie atrás en su estrategia de que la discusión de los proyectos debe darse íntegramente en el Parlamento, se da justo después de que fracasaran los intentos de los diputados Patricio Cornejo (DC) y Enrique Acorssi (PPD) de crear una instancia de acuerdo entre ambos sectores.
Justamente ayer el Gobierno valoró el ofrecimiento de los diputados de la bancada médica para encontrar coincidencias y decidió postergar el envío de las indicaciones a los proyectos que había anunciado la semana pasada 24 horas antes del paro médico.
Estas apuntan a garantizar que no habrá discriminación de las enfermedades no AUGE, que se creará una superintendencia única para isapres y Fonasa y que se ampliará la libre elección de médicos y centros asistenciales cuando se diagnostique un problema considerado en el plan AUGE.
No obstante, la férrea postura mantenida por los gremios en orden a exigir que los proyectos fueran retirados por 60 días de la discusión parlamentaria y de que no se le renovaran las urgencias, alentó a La Moneda a enviar un señal política clara de que todo consenso sólo será posible dentro de la discusión parlamentaria, y no fuera de ella.
"Esto es un mazazo de cualquier expectativa de construir un acuerdo social y político que le dé viabilidad a una reforma de verdad, y por cierto constituye una incitación a la movilización. Esta acción refuerza nuestra tesis acerca de que la única forma mediante la cual entiende el Gobierno, es la movilización", señaló el presidente de la Confederación de Funcionarios de la Salud Municipalizada, Confusam, Esteban Maturana.
El dirigente, quien además las oficia de vocero de Congreso Nacional de Gremios de la Salud (Congress), reafirmó que este fin de semana los gremios involucrados fijarán el día en que se convocará a una paralización de 48 horas en el sector. A esa medida de presión, agregó Maturana, se podría sumar la renuncia masiva de todos los médicos que trabajan en el sector público, incluyendo a los servicios de urgencia.
El que también salió al paso de la medida del Gobierno fue el presidente del Colegio Médico, doctor Juan Luis Castro, quien señaló que con esto se cierran todas las posibilidades de provocar un acercamiento entre el Ejecutivo y los gremios de la salud y que es inminente una nueva jornada de paralización.
"Se confirman todos nuestros temores, porque justamente en la medida en que el Gobierno no retirara esta condición básica, es imposible dialogar. Queda claro que al Gobierno no le interesa eso, porque renueva las urgencias manteniendo incólume el proceso más allá de cualquier diálogo", dijo el dirigente.
Pese a que recién este sábado y domingo los gremios se reunirán para concordar las medidas de presión, se espera que la movilización de 48 horas comience el próximo miércoles. Al igual que el paro de la semana pasada, las agrupaciones realizarán jornadas de discusión y reflexión interna, y luego marcharán hacia la plaza de la Constitución para protestar frente al palacio de La Moneda.