SANTIAGO.- El juez con dedicación exclusiva Christian Carvajal Silva, sometió hoy a proceso a Viviana Ugarte, la "Pochi", en calidad de cómplice de los delitos de secuestro calificado de Ricardo Manuel Weibel Navarrete y Juan René Orellana Catalán, ocurridos el 7 de noviembre de 1975 y el 8 de junio de 1976, respectivamente.
El magistrado además encausó por los mismos delitos a Ernesto Lobos Gálvez, Robinson Suazo Jaque, Eduardo Cartagena Maldonado y Alejandro Saez Mardones.
Viviana Ugarte, también conocida como "Pochi", fue miembro del denominado Comando Conjunto y es esposa del general (R) Patricio Campos, quien renunció a su cargo de director de Aerónautica Civil y luego fue procesado por obstrucción a la justicia por el magistrado Mario Carroza, por haber destruido información sobre cinco detenidos desaparecidos que debió haber entregado a la Mesa de Diálogo.
Campos fue designado por el ex Comandante en Jefe de la FACH, Patricio Ríos, para recolectar información sobre desaparecidos al interior de la Fuerza Aérea, datos que posteriormente debían llegar a la Justicia.
Una vez que se hizo público por la prensa que Viviana Ugarte, la esposa de Campos, fue miembro del grupo represor, se produjo una gran polémica especialmente en grupos de derechos humanos y el Gobierno, situación que cuestionó la legitimidad de la información entregada a la Mesa de Diálogo y que concluyó con la renuncia del general Ríos a la FACH el 13 de octubre pasado.
El magistrado Carvajal ordenó prontuariar a los procesados, los cuales fueron recluidos en recintos de la Fuerza Aérea de Chile, excepto Alejandro Saez Mardones, quien por causa anterior se encuentra recluido en el penal de Punta Peuco.
Según se informó, el auto de procesamiento se basa en que, aparte de los autores materiales y mediatos de los secuestros, y respecto de los que se dictó anteriormente auto de procesamiento, existen otros agentes operativos del llamado Comando Conjunto que colaboraron en las actividades de la organización y tomaron conocimiento de los secuestros referidos, cooperando a la ejecución de estos delitos de distintas formas, lo que constituye la figura de complicidad.