SANTIAGO.- El Presidente Ricardo Lagos reafirmó la validez del Centro Internacional de Arreglos Relativas a Inversiones, Ciadi, para resolver el conflicto que atraviesa la empresa chilena Lucchetti en Perú, la que fue notificada por la Municipalidad de Chorrillos de que cuenta con el plazo de siete días para cerrar su planta en Los Pantanos de Villa y poner fin a su funcionamiento en ese país.
"La empresa decidió recurrir al Ciadi, y creo que ese es el camino más adecuado. Cuando hay dificultades de esa naturaleza, hay acuerdos de promoción de inversiones, y en consecuencia creo que será en esta instancia internacional donde se resolverá el tema", dijo el Primer Mandatario tras inaugurar la Oficina de Mediación Laboral y Conciliación Individual de la Dirección del Trabajo.
Con esta declaración, el Gobierno chileno reafirma el apoyo que le ha entregado a la empresa chilena en Perú, y cierra toda posibilidad de encontrar una solución diplomática al conflicto, por cuanto notifica a su par peruano que el Ciadi es la única herramienta y organismo reconocido por Chile para poner fin al inconveniente.
Desde 1998, la empresa Lucchetti ha invertido alrededor de US$150 millones en Perú, fecha desde la cual viene enfrentando todo tipo de inconvenientes para su normal funcionamiento.
Ayer, el alcalde de Chorrillos, Augusto Miyashiro, decidió desalojar la fábrica que la empresa posee en las cercanías de la reserva natural de Los Pantanos de Villa, pese a haber dicho hace algunos días que reestudiaría "técnicamente" el caso que le traspasó la Municipalidad de Lima la semana pasada.
La orden del municipio dejará a Lucchetti fuera del mercado peruano, pues el arancel de 25% que debería enfrentar sus exportaciones, hacen inviable que desde Chile se abastezca el mercados peruano de pastas.
A lo anterior se suma también la imposibilidad de construir una nueva planta en ese país, pues hacerlo requeriría una inversión entre los US$20 millones a US$25 millones aproximadamente, a lo que la firma no está dispuesta.
Al igual que Lagos, el Presidente de Perú, Alejandro Toledo, también se ha involucrado en el desarrollo de este caso, y ha defendido la decisión tomada por el municipio limeño de expulsar a la empresa de capitales chilenos.
En una oportunidad dijo que la planta de pastas simplemente "debería desaparecer para colocar allí un museo". En otra, el Primer Mandatario aseguró que el cierre de Lucchetti no era un conflicto en el que estuvieran involucrados Estados, pues se trataba de una resolución dictada por la Municipalidad de Lima.