SANTIAGO.- El alcalde de Isla de Pascua, Petero Paoa, exigió hoy al Gobierno del Presidente Ricardo Lagos, aclarar que la isla no está ni ha estado nunca afectada por la fiebre amarilla.
El edil reaccionó de esta manera al decreto emanado del Ministerio de Salud que obliga a las personas que ingresen o salgan de la isla a vacunarse para no contraer la enfermedad.
Para Paoa, la decisión de la Secretaría de Estado fue un desacierto que perjudicó sobre todo a la industria del turismo, principal actividad de la que los habitantes de la comuna obtienen sus ingresos.
Por esta razón -sostuvo- es importante que la máxima autoridad del país informe oficialmente que el tema de salud en Isla de Pascua es seguro, para que los turistas que visiten la isla lo hagan sin temor a contagiar alguna enfermedad.
La fiebre amarilla es una enfermedad infecciosa aguda que representa una gran amenaza pública a la salud en zonas endémicas de África, donde el virus continúa reapareciendo aún después de largos períodos de reposo. Su vector es el mosquito Aedes Aegypti.
La enfermedad se caracteriza por ataques repentinos de fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, espalda y muscular, postración, náuseas y vómitos. A medida que la enfermedad avanza, el pulso se vuelve más lento y débil.
El nuevo error comunicacional del Ministerio de Salud se produce a pocos meses de que Isla de Pascua fuera afectada por un brote de dengue, mal transmitido también por el mosquito Aedes Aegypti.
En febrero de 2002, la cartera confirmó 117 casos de la enfermedad en la isla, 12 de los cuales fueron corroborados por exámenes de laboratorio, mientras que los 105 restantes fueron ratificados por un nexo epidemiológico. Los infectados correspondieron al tres por ciento de la población de la isla.
Isleños recurren a la Justicia
Este mediodía el abogado Daniel Mackinnon, en representación de empresarios hoteleros de la Isla de Pascua, presentó un recurso de protección contra el Presidente Ricardo Lagos, el ministro de Salud Osvaldo Artaza, y el subsecretario de la cartera, Antonio Infante, con el fin de que se haga público a través de los medios que nunca ha existido fiebre amarilla en la Isla.
Mackinnon sostuvo además que a través de la acción legal se busca la derogación del decreto del 4 de diciembre de 2003 que ordenó la vacunación para las personas que viajan a la isla, como para quienes salen de ella.
El decreto "provocó un tremendo perjuicio a los pascuenses por cuanto la gran masa de gente que va son turistas extranjeros que a través de Internet se han enterado que existe fiebre amarilla, y no es así", sostuvo el abogado.
El profesional agregó que "después de que se dejó sin efecto el decreto no se efectuó ninguna campaña comunicacional para revertir los dramáticos efectos que provocó la supuesta presencia de la enfermedad. No sabemos porqué el Minsal dictó una orden tan irracional sin medir consecuencias".