SANTIAGO.- El balneario de Cartagena, en el centro de Chile, está aterrorizado por la presencia de un pirómano que ataca viviendas habitadas a plena luz del día, desde fines de diciembre.
De acuerdo a bomberos de Cartagena, popular balneario ubicado a unos 110 kilómetros al noroeste de Santiago, son más de quince hectáreas las que se han quemado durante este mes. Los funcionarios están seguros de que los incendios son intencionales porque los focos se multiplican rápidamente.
De acuerdo al testimonio de la habitante de una modesta vivienda de zona, que alcanzó a apagar el incendio iniciado en su casa, el causante del siniestro fue un hombre joven, de jeans y zapatillas, a quien vio riéndose y que le gritó que en la noche iba a terminar lo que había comenzado al mediodía.
El comandante del Cuerpo de Bomberos de Cartagena, Roberto Olivares, aseveró que hay varias hectáreas arrasadas, millonarias pérdidas y un gasto adicional para la entidad, a raíz de los incendios que consideró "intencionales".
Olivares manifestó que se trata de actos planificados, ya que cuando están apagando un incendio en un sector se empieza a quemar otro, a metros del que están apagando: "Parece que a medida que va caminando, va prendiendo lo que encuentra a su paso".
Agrega que desde fines de diciembre, el sospechoso está provocando incendios todos los días, generalmente en la tarde cuando la gente baja y sube de la playa.
Dentro de la parte más afectada está el sector Tumba del Poeta (donde está enterrado el escritor chileno Vicente Huidobro).
Los bomberos de Cartagena señalan que su prioridad es mantener las casas aisladas del fuego, aunque eso signifique dejar que los cerros aledaños deshabitados se quemen.
La característica de estos incendios es que son focos pequeños, que implican una mayor demanda de material y personal de Bomberos, ya que durante un solo día se pueden generar hasta ocho focos en un mismo sector.
José Avendaño, vigía forestal de la Municipalidad de San Antonio, dijo que la semana pasada estuvo a punto de atrapar a una persona que inició un incendio, pero se arrancó hacia la quebrada y lo perdió de vista. Sin embargo, alcanzó a percatarse de sus características físicas, las que concuerdan con las apreciadas por otros testigos.
