SANTIAGO.- Un indígena chileno sufrió heridas graves por el estallido de una mina antipersonal que pisó en una ruta entre los pueblos de Pozo Almonte y Mamiña, al interior de la ciudad costera de Iquique, 1.450 km al norte de Santiago, informó este miércoles el Instituto de Ecología Política (IEP).
El incidente ocurrió la tarde del 14 de enero y es el segundo que se registra en esa región en los últimos cuatro meses, precisó una nota del IEP, que recibió la denuncia de una investigadora de la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Terrestres (ICBL, según siglas en inglés) destacada en la zona.
El indígena aymará Félix Choque Castro sufrió mutilaciones, pero no está en peligro de muerte, tras recibir atención de urgencia en el hospital de Iquique, donde sigue internado.
La mina se encontrada en el área de Dublisa, donde el ejército chileno instaló artefactos explosivos hace 30 años, en una época de tensión militar con los vecinos Perú y Bolivia.
Dublisa tiene carteles que advierten del peligro, pero no está aislado con alambradas, según el IEP.
Entre 1976 y septiembre de 2002, las explosiones de minas antipersonal y antitanque en territorio chileno han matado a ocho civiles y seis soldados y han herido a 51 militares y 32 civiles, según una investigación de la estadounidense Dana Holahan, del grupo Monitor de Minas de ICBL, editada a fines del año pasado.
El gobierno chileno desarrolla actualmente un programa de erradicación de campos minados y de eliminación de tales artefactos en los polvorines de las fuerzas armadas.
Chile es miembro del Tratado de Ottawa de 1997, que prohibe el empleo, almacenamento, producción, comercialización y transferencia de minas antipersonal y obliga a la destrucción de sus arsenales.
En el territorio chileno, tras sucesivas crisis fronterizas con Perú, Bolivia y Argentina en los últimos 30 años, existen 293 zonas minadas, con alrededor de 123.000 explosivos de distinto tipo enterrados, según los informes oficiales.
Otras 211.000 minas están almacenadas, de las cuales alrededor de 29.000 serán conservadas por tiempo indefinido para su uso en entrenamientos y aprendizajes militares.
En 2002, Chile eliminó 93.208 minas en bodegas y para 2003 tiene anunciada la destrucción de 182.429.
El Ministerio de Defensa dijo que la erradicación de las sembradas se intensificará desde 2004, con la meta de terminar la tarea en 2011.
El Tratado de Ottawa concede a los países plazos de cuatro años para la destrucción de arsenales y de diez para la limpieza de campos minados.