SANTIAGO.- El Consejo de Defensa del Estado (CDE) informó esta mañana que se hará parte en la querella presentada ayer por el Banco Central, luego de que la entidad fuera víctima de robo de datos confidenciales.
La acción legal fue presentada ante el Segundo Juzgado del Crimen de Santiago por el gerente general de la entidad, Camilo Carrasco, por los delitos de cohecho y violación de secreto y a la ley de delitos informáticos, contra Pamela Andrada, Enzo Bertinelli y quienes resulten responsables de posibles delitos relacionados con la filtración de información reservada.
En un desayuno con la prensa en la sede del CDE, su presidenta Clara Szczaranski explicó que como titular puede hacerse parte de la querella y que ése sería su propósito, puesto que constituye "un hecho tan grave que tiene que ver con información reservada del Estado y que podría tener un perjuicio económico para éste".
Szczaranski señaló que la entidad va a hacer uso del artículo 46 que le permite conocer de los antecedentes de la investigación, para poder tener una visión más clara de los hechos, siempre y cuando la jueza que lleva la causa no le niegue el acceso.
Si el Consejo -explicó Szczaranski- determina que sólo se trata de un delito de cohecho, se hará parte de inmediato en el caso, incluso si al término de la investigación se determina que no hay delito alguno.
Pero, en caso de que, tras conocer los antecedentes del sumario, considera que se incurrió en un delito informático, se requerirá de una "sesión de quórum calificado" del Consejo para hacerse parte de la querella, puesto que ese ilícito no es parte de la Ley Orgánica del CDE. De ocurrir esto, habría que esperar hasta marzo cuando se reanude el trabajo del Consejo, puesto que actualmente se encuentra en recesión.
Informáticos del Banco Central declaran por robo de datos
En tanto, desde tempranas horas de hoy declararon en el Segundo Juzgado del Crimen funcionarios del Banco Central, entre ellos miembros del departamento de informática de la entidad, con el fin de aclarar los procedimientos mediante los que Pamela Andrada, ex secretaria del presidente del instituto emisor, Carlos Massad, envió información confidencial al hasta ayer gerente general, representante legal y socio del holding de empresas Inverlink Corredora de Seguros, Enzo Bertinelli.
Los empleados concurrieron al tribunal acompañados del abogado de la entidad, Rodrigo Irrazábal, quien además se hizo presente con el objetivo de conocer las diligencias que serán ordenadas por la jueza subrogante del Segundo Juzgado del Crimen, Elizabeth Reinoso.
Según fuentes de tribunales, la magistrada, quien se encuentra trabajando con funcionarios de la Brigada de Delitos Económicos (Bridec) y del Cibercrimen de la Policía de Investigaciones, ya habría ordenado una primera diligencia consistente en la incautación del computador desde donde se enviaron los correos.
Además se informó que la magistrada decretó orden de arraigo para Bertinelli y Andrada.
Asimismo, se presume que los registros fílmicos que el Banco Central posee de sus secciones, serán próximamente requisados.
Esta mañana también llegó hasta el Segundo Juzgado del Crimen el representante de la empresa Inverlink, abogado Miguel Alex Schweitzer, para conocer los detalles de la causa que comenzó a investigar la magistrada, quien mañana continuará con los interrogatorios.
En la oportunidad, el profesional sostuvo que probará que no hubo ninguna operación, en ninguna de las áreas de la empresa, que se efectuara sobre la base de los datos aportados por la información que la secretaria Pamela Andrada transmitía desde el computador de Carlos Massad.
Por ahora, el Banco Central desconoce desde hace cuánto tiempo se venían realizando las operaciones ilícitas, incluso desde el mismo computador del presidente de la entidad.
Fue el propio Massad quien el miércoles pasado se percató de lo ocurrido, luego de que su computador presentara un supuesto virus en la cuenta del correo electrónico, pues le apareció un mensaje devuelto.
Al pedir una revisión de la unidad, pudo individualizar al receptor del fallido correo, quien resultó ser el gerente general de Inverlink.
Su segunda secretaria hasta ese momento, Pamela Andrada, era la única persona, además de Massad, con acceso a su computador.