SANTIAGO.- El Presidente Ricardo Lagos salió al paso de las críticas vertidas por la Unión Demócrata Independiente (UDI) en torno a una eventual alza del IVA, y dijo que por el momento su administración no contempla subir estos tributos para compensar los menores ingresos que significan la entrada en vigencia de los tratados comerciales con la Unión Europea y Corea del Sur.
"Nadie está hablando de alzar impuestos. En su momento vamos a conversar de este tema (...) Por ahora estamos dedicados a otras cosas, como la consolidación de los tratados (...) Estos a la larga también significan un mayor crecimiento, y un mayor crecimiento trae mayores ingresos. Este es un tema que hay que discutirlo con tranquilidad y en su momento. Este no es el momento", dijo el Primer Mandatario al intentar acabar con la polémica generada por el ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, en enero pasado.
Lagos visitó esta mañana la empresa exportadora de semillas y bulbos PIGA, la que envía sus productos a mercados en Asia, Europa y Estados Unidos, y en consecuencia es una directa beneficiada de los tratados comerciales firmados por la administración Lagos en 2002.
La discusión en torno a este tema se generó el 25 de enero pasado, cuando el titular de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, dijo a El Mercurio que el país debía compensar de alguna manera los US$ 420 millones que implican la entrada en vigencia de los acuerdos comerciales.
Tras ese reconocimiento, y debido a las múltiples críticas de los sectores empresariales y opositores, el Presidente Lagos debió contradecir a Eyzaguirre y aclarar que su Gobierno no tenía pensado una medida tal.
No obstante, y justo en momento que Lagos se encontraba de gira en Japón, el ministro de Hacienda encendió nuevamente el debate la semana pasada, cuando planteó que debía buscarse una fórmula alternativa entre subir impuestos o recortar proyectos sociales para paliar los menores ingresos.
Negativa de la UDI y de RN
Cualquier tipo de discusión sobre la materia fue totalmente rechazada ayer por el presidente de RN, Sebastián Piñera, y el timonel (s) de la UDI, Hernán Larraín.
La primera razón que esgrimen es que cuando se negoció el acuerdo con la Unión Europea, el Gobierno nunca planteó su preocupación por la caída que sufriría en la recaudación fiscal por la rebaja de aranceles de 400 millones de dólares y que llama la atención que se haga presente ahora con el TLC de Estados Unidos.
Larraín reiteró la oposición de la UDI - aun cuando el tema fue analizado de manera global en enero- señalando que uno de los argumentos dados para suscribir los TLC con EE.UU. y UE era que la economía chilena se vería beneficiada con un mayor crecimiento.
"Si para firmar un tratado significa que todos los chilenos tenemos que pagar, entonces se trata de un mal negocio. El Gobierno dice que pierde plata, si es así, qué negocio es éste en el que se pierde plata", dijo.
Una visión compartida es la de Piñera, quien si bien está preocupado por el déficit fiscal que se arrastra por 5 años y que el 2002 fue de un 0,8% del PGB, rechazó la idea de modificar cualquier mecanismo impositivo.
El timonel de RN sostuvo que la solución al problema de modificar el régimen impositivo es "una mala respuesta".
Planteó que, sin duda, un aumento de impuestos va a frenar, debilitar e incluso abortar la tan esperada recuperación de la economía.