SANTIAGO.- Chile no tomará ninguna decisión sobre aprobar o rechazar el proyecto de resolución presentado por Estados Unidos que afirma que Irak perdió su última oportunidad, al menos hasta que los inspectores de la ONU presenten un nuevo informe el próximo 7 de marzo.
Así lo dio a conocer la Canciller Soledad Alvear, quien manifestó que el gobierno chileno conversará y escuchará las diversas opiniones de otros países de la ONU y, en especial, de América Latina, antes de decidir si apoya o no una intervención militar.
La canciller se reúne el miércoles con los miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados para tratar el tema. La próxima semana lo hará con la comisión del Senado. Además, tendrá una reunión con el Consejo de Política Exterior de su ministerio en la que expondrán su pensamiento ex ministros de Relaciones Exteriores del país y expertos en política internacional.
"Chile insiste, dijo la ministra de RR.EE., en su posición de que se fortalezca el multilateralismo y que las decisiones se tomen en el seno del Consejo de Seguridad, con consenso de los países y buscando el desarme definitivo de Irak".
Explicó que la posición de Chile sigue siendo la paz y la búsqueda de una solución opacífica al conflicto con Irak, sin descartar la guerra, pero sólo como una última opción en caso de comprobarse que Irak ha violado la resolución 1441 de la ONU.
La canciller habló al término del encuentro, en La Moneda, de los presidentes y representantes de todos los partidos políticos, convocados por el Presidente Ricardo Lagos para analizar a fondo la decisiva votación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, del que Chile es miembro temporal, sobre Irak.
A la cita acudieron el vicepresidente DC, Hosaín Sabag; el presidente PPD, Guido Girardi; el timonel de la UDI, Pablo Longueria; el presidente PS, Camilo Escalona; el vicepresidente de RN, Daniel Platovsky; el timonel del PRSD, Orlando Catuarias, y la presidenta del PC, Gladys Marín.
Varios de los representantes de los partidos debieron volver de sus vacaciones tras el urgente llamado del Presidente Lagos.
A la reunión acudieron también los representantes del Senado, Andrés Zaldívar, y de la Cámara, Adriana Muñoz.
La opinión de los partidos políticos es consensuada. Todos son férreos críticos a cualquier decisión que implique legitimar el inicio de la guerra.
Sin embargo, hay posturas un tanto dispares. Mientras los partidos de izquierda se oponen radicalmente a la posición estadounidense, los demás partidos optan por esperar a lo que determinen las potencias.
Ayer, Estados Unidos, Gran Bretaña y España presentaron a la ONU un
proyecto de resolución que afirma que “Irak desaprovechó la última oportunidad ofrecida por la resolución 1441”, aprobada por la ONU en noviembre pasado y que obligaba a Bagdad a eliminar todas sus armas de destrucción masiva.
Estados Unidos espera que la ONU apruebe el nuevo texto lo que permitiría una intervención militar en Irak. Para eso, sin embargo, Washington necesita al menos nueve votos de los miembros del Consejo de Seguridad y que ninguno de los países permanentes (Francia, Gran Bretaña, China, Rusia y el propio Estados Unidos) veten la resolución.
París, Berlín y Moscú ya mostraron su oposición al nuevo dictamen de Estados Unidos y presentaron otra propuesta para obtener una salida pacífica a la crisis. A ellos se sumó también China.
Por tal motivo, la decisión que tomen los países no permanentes del Consejo es vital para las pretensiones de Washington y Londres.
El Presidente Ricardo Lagos ha recibido en los últimos días importantes llamados telefónicos de los jerarcas de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Las conversaciones de Lagos con George W. Bush, Tony Blair y el Premier canadiense, Jean Chretién, han sido interpretadas como medidas de presión de los Mandatarios extranjeros en busca del voto chileno para la aprobación la intervención militar.
Todos los partidos políticos concuerdan en que la decisión de Chile debe ser tomada en forma independiente haciendo caso omiso a las posibles presiones de los grandes países.
Lo cierto es que la elección más segura de Chile sea la abstención si los grandes países no logran tomar una decisión en su conjunto.