SANTIAGO.- El Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Jorge Tarud, fue enfático al señalar que Chile no está dispuesto a seguir a Estados Unidos en la guerra contra Irak, al tiempo que lamentó que el Presidente George W. Bush se niegue a escuchar las numerosas voces que llaman a la paz considerando el alto costo de vidas que esta acción traerá.
En entrevista con radio Cooperativa, el parlamentario dijo que el conflicto bélico con Irak es inminente, "es una decisión tomada pues ya se ha hecho hasta la inversión y la guerra va a partir el 20 de marzo".
"Lamentablemente estimo que el Presidente de EE.UU. tiene la determinación tomada en cuanto a emprender una guerra con Irak hace ya mucho tiempo y ciertamente creo que las acciones militares previstas se han retardado en consideración a lo acontecido en el Consejo de Seguridad, fundamentalmente por las posiciones adoptadas por los dos países miembros permanentes que tienen derecho a veto (Rusia y Francia), así como de otros miembros como Alemania".
Agregó que en la tardanza del actuar de EE.UU. también han influido "las enormes protestas que han habido en el mundo, especialmente en los países de Italia y España".
Indicó que "este ataque unilateral de parte de Estados Unidos y los Aliados que lo acompañen crea un desequilibrio, un rompimiento del actual orden internacional significando que los ataques preventivos van a ser una norma ejecutada por los EE.UU.".
Consultado respecto de las consecuencias para Chile si éste no apoya a EE.UU. en su intención de atacar Irak manifestó que más allá de ello, "Chile no puede, en circunstancias que no se justifica la guerra, apoyar una acción de esta naturaleza".
El parlamentario concluyó que "tenemos que actuar conforme a nuestros principios, a lo que ha sido nuestra tradición histórica y como una nación soberana, independiente y en forma digna. Aquí está el prestigio de Chile involucrado, el mundo está con los ojos puestos en qué va a hacer Chile en los próximos días".
Finalmente, Tarud llamó a "ser soberanos" y que no siempre se decida todo en relación a los acuerdos que se han logrado con las grandes potencias. "Aquí nosotros somos amigos de EE.UU. pero tenemos que señalarles claramente que no estamos dispuestos a seguirlos".