SANTIAGO.- El gobierno chileno aprobó la licitación internacional para la construcción de tres fragatas para la Armada, en la cual participarán consorcios de unos 15 países, informaron hoy fuentes de Defensa.
El Comandante en Jefe de la Armada, almirante Miguel Angel Vergara, precisó que en el segundo semestre del 2004 estará definido el astillero que construirá las naves.
La ministra chilena de Defensa, Michelle Bachelet, puntualizó, por su parte, que el Presidente Ricardo Lagos aprobó "el inicio de lo que se llama la licitación internacional" y agregó que de acuerdo a cómo evolucione esa negociación se va a poder hablar de montos.
La ministra dijo que por el momento no se puede hablar de costos ni tiempos mientras no avance el proceso de licitación, pero afirmó, sin embargo, que la renovación del material que deberá ser dado de baja debe cumplirse en un plazo de entre 10 y 12 años.
"Vamos a poder mantener una escuadra chilena que pueda cumplir con las características que nos exige no sólo el punto de vista naval sino que también muy fuertemente el marítimo y todas las convenciones internacionales", subrayó.
"La gente tiende a pensar que uno hace compras para la guerra, pero no, también para la paz estas compras van a ser muy importantes", sostuvo.
Bachelet hizo estas declaraciones a los periodistas tras participar en la ceremonia de inauguración del año académico de las Fuerzas Armadas.
En diciembre pasado, Lagos autorizó la compra de la fragata Sheffield a Gran Bretaña, en el contexto del programa de renovación del material obsoleto de la marina de guerra, transacción que se estima oscilará entre 10 y 15 millones de dólares.
La Sheffield es una fragata construida tras el hundimiento de su homónima en las islas Malvinas, en 1982, y entró en servicio activo en 1988.
A pesar de ser una unidad con 14 años de uso, esta fragata se convertirá en la más "nueva" de la flota, tomando en cuenta que los tres destructores y las tres fragatas que componen la escuadra chilena tienen un promedio de vida superior a los 32 años.
En enero de 2002, Ricardo Lagos suspendió por razones financieras el llamado Plan Tridente de la Armada, que consistía, en su etapa inicial, en la construcción de cuatro fragatas en conjunto con Alemania por un coste de 950 millones de dólares.