SANTIAGO.- El alcalde de Ñuñoa, Pedro Sabat, dijo que el Estadio Nacional es inseguro debido a su deterioro y que la solución es cerrarlo y construir otro campo deportivo en un lugar alejado del centro de la Región Metropolitana.
Las palabras del edil, dichas luego que se reuniera con los diputados Jorge Burgos (DC) y Marcela Cubillos (UDI) para analizar el tema de la violencia en los estadios, de inmediato generó críticas en el ámbito deportivo y el tema fue tocado en varios programas radiales.
El alcalde Sabat dijo que un buen proyecto para el bicentenario de la independencia sería la construcción de un nuevo estadio en las afueras de la ciudad, el cual podría licitarse a través de la Ley de Concesiones.
Incluso estimó que en el lugar que ocupa hoy el emblemático campo deportivo se podría construir una población donde cabrían tanto habitantes como los que tiene La Calera.
Señaló, además, que el Estado podría obtener unos 130 millones de dólares con la venta del terreno de Ñuñoa, y que un proyecto de ese tipo permitiría que muchos vecinos se quedaran viviendo en Ñuñoa, aprovechando la infraestructura que ya existe en esta parte de la ciudad.
El edil precisó que, en la actualidad, el municipio gasta enormes sumas de dinero en la limpieza y la reposición de mobiliario urbano destruido cada vez que hay eventos en ese recinto.
Indicó que sumando los daños causados tras el último partido entre Colo Colo y la Universidad de Chile; el recital artístico organizado por la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación el pasado lunes en Los Presidentes con Grecia, y lo que se estima podría ocurrir en lo que queda de esta semana, con partidos de fútbol y recitales, se podría llegar a la cantidad de cien millones de pesos en gastos, cifra que comparó con los 200 millones que constituyen el presupuesto anual para ayuda social de la comuna.
Respecto al deterioro del recinto, recordó que existen estudios que señalan que la construcción del Estadio Nacional presenta serias deficiencias que podrían poner en peligro al público que asiste a los espectáculos, incluso con un sismo de grado menor.
