SANTIAGO.- Dirigentes de la Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud (Confenats) calificaron como una muestra clara de que la reforma a la salud no ha sido más que un "acto populista" del Gobierno, luego de los anuncios del Ejecutivo de modificar los contenidos y el ámbito de aplicación del Plan AUGE.
Según el primer vicepresidente de la agrupación, Germán Rodríguez, los trabajadores del sector comparten y aprueban "la tardía reacción del Gobierno de calificar los hospitales y consultorios como establecimientos que no están preparados para trabajar en base a un proyecto de estas características".
Por otra parte, el dirigente rechazó cualquier aumento de los impuestos que afectan a los chilenos de más bajos recursos e hizo un llamado a movilizarse en rechazo al Plan AUGE.
El Presidente Ricardo Lagos reconoción ayer la imposibilidad de tener el plan AUGE en plena marcha desde enero de 2004, al precisar que deberá ser aplicado en forma gradual.
El Mandatario admitió que el AUGE podría ser implementado con la misma fórmula usada para poner en marcha el nuevo sistema procesal penal, que opera desde diciembre de 2000 en ocho de las 13 regiones.
Con ello, confirmó la versión de que el Ministerio de Salud propondría fórmulas de modificación al plan, debido a la falta de recursos con que se cuenta para concretar la reforma. Inicialmente, se requiere de $153 mil millones anuales, pero la vía de financiamiento propuesta por el Ejecutivo, basada sustancialmente en más impuestos, no cuenta con piso político.
Lagos dijo que a pesar de los contratiempos que se han presentado en torno a la elaboración del plan, "la reforma de la Salud se va a aplicar tal cual se ha dicho siempre".
Precisó que las 56 patologías que corresponden a la realidad actual del país deben ser revisadas de acuerdo al avance de la tecnología y a las características epidemiológicas y sanitarias del país.
"Corresponderá entonces a los técnicos respectivos definir cuáles son las patologías que tendrán un acceso universal de garantías explícitas".
En efecto, el Ministerio de Salud evalúa tres fórmulas para aplicar el AUGE de manera gradual. La primera es recortar prestaciones; es decir, entregar sólo parte de las 56 ofrecidas. La segunda es mantener las 56, pero reduciendo sus garantías; o sea, alargando los tiempos de espera y bajando la cobertura. Y la tercera es dotar a los consultorios de infraestructura para hacerse cargo sin diferenciación de los diagnósticos y sobre ellos establecer garantías "duras"; es decir, un paquete base de prestaciones garantizadas, pero menos de las 56. Se lo conoce ya en el sector salud como "AUGE integral".