SANTIAGO.- El gerente técnico del relleno sanitario Santa Marta, Freddy Riveros, manifestó que la operación de las instalaciones se realiza en "condiciones normales", aseverando que las críticas hechas por la alcaldesa de Talagante, Lucy Salinas, y vecinos del sector no tienen "asidero técnico".
En conversación con Radio Cooperativa, el ejecutivo señaló que "no existe un riesgo potencial para la comunidad", y agregó que los retrasos en la construcción de un muro de contención para líquidos percolados son "dificultades en la obra".
El pasado lunes, inspectores del Servicio de Salud Metropolitano del Ambiente (Sesma) y miembros de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara Baja, visitaron Santa Marta, donde expresaron su conformidad con su funcionamiento.
La autoridad sanitaria ha exigido a la empresa la construcción de un muro de contención para líquidos percolados de hormigón armado, el cual debió ser entregado el pasado 18 de abril, y presenta un avance de sólo un 70 por ciento.
Para Riveros, "el muro prácticamente está terminado desde el punto de vista estructural, hasta el 100 por ciento, faltando ’hormigonar’ la última parte, el ’hormigonado’ estará terminado dentro de los próximos días (...) para cumplir la exigencia que las autoridades nos habían puesto de acuerdo a la resolución de calificación ambiental".
Agregó que las obras deberían estar terminadas "este fin de semana", y la "comunidad tiene que quedarse tranquila" porque los residuos están contenidos por otras estructuras anteriores.
Riveros señaló que las críticas de los vecinos son en cierta medida injustas, pues "estamos hablando más de cinco kilómetros" de distancia entre Santa Marta y las poblaciones aledañas, por lo que "no hay absolutamente ningún peligro".
Sobre las críticas de la alcaldesa de Talagante, Lucy Salinas, quien señaló que Santa Marta no era un relleno, sino sólo un basural, el gerente técnico expresó que éstas eran "un poco livianas", pues las instalaciones sanitarias son "el proyecto público más monitoreado a nivel nacional", y están bajo la constante supervisión de las autoridades del Sesma.