SANTIAGO.- El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) informó la detección de dos ejemplares de la mosca del Mediterráneo o de la fruta (Ceratitis capitata -Wied) en un barrio residencial de la comuna de Maipú lo que, de acuerdo a la normativa internacional vigente, obliga al SAG a iniciar una campaña de erradicación.
La campaña incluye una vigilancia intensiva en una área de 196 kilómetros cuadrados, acciones de control que están dirigidas a todos los estados de desarrollo del insecto y la implementación de medidas de cuarentena en un área regulada de 7,2 kilómetros desde el lugar de cada detección.
Según explicó el jefe del Departamento de Protección Agrícola del SAG, Orlando Morales, "el hecho puede calificarse como detección precoz, lo que sumado a las oportunas acciones ejecutadas por el Servicio permitirán alcanzar una pronta eliminación de la plaga, para luego completar el período de vigilancia requerido para declarar oficialmente erradicado este ingreso en área libre".
El SAG, en cumplimiento a los compromisos internacionales, notificó del hecho a las Organizaciones Nacionales de Protección Fitosanitaria de los países importadores de fruta fresca chilena.
Además, el SAG llamó a la población a colaborar en la mantención de la condición sanitaria de Chile como país libre de moscas de la fruta, absteniéndose de ingresar fruta fresca al país, ya que esta acción ilegal representa un serio riesgo para las exportaciones de fruta chilena, con aumento de costos, restricciones de mercados, pérdida de ventajas comparativas y otros factores que pueden representar millones de dólares en pérdidas para el país.
Al mismo tiempo, señala que se han adoptado las medidas necesarias para que las exportaciones a los diferentes países receptores de nuestras frutas no sufran rechazos en sus destinos, tales como resguardos en los traslados y en los packing, tratamientos cuarentenarios y exclusiones, según sean las condiciones acordadas para cada especie y destino.
Finalmente, el SAG indica que la mayor parte de las frutas hospederas de la Mosca del Mediterráneo tienen su cosecha en los meses de diciembre a marzo, por lo que en la presente temporada la producción ya ha sido enviada a los mercados de destino, o bien se encuentra almacenada bajo condiciones de frío comercial en centrales frutícolas, por lo que los exportadores no se verán afectados en su producción.