SANTIAGO.- Hace pocos instantes se decretó el cierre del vertedero Santa Marta por falta de una patente municipal. Es la segunda vez que se procede con el cierre del relleno sanitario y por la misma razón.
La medida regirá hasta que la empresa cumpla con las exigencias municipales para obtener el permiso necesario.
A un año de su funcionamiento muchas cosas están mal en este relleno sanitario.
Uno de los incumplimientos es el muro de contención que debió estar terminado el viernes pasado y que el lunes de 21 de abril sólo presentaba avances en el 70% de sus obras, según los administradores del vertedero. La finalidad de esta muralla es servir de resguardo ante eventuales filtraciones de líquidos percolados y de la basura que se está acumulando.
Pero el muro que se está construyendo con poca profundidad tendrá, al final, una altura de sólo siete metros, lo que merece muchos reparos a gran parte de los integrantes de la Comisión de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados.
Otra carencia es la "franja ecológica", que no sólo no existe, sino que no hay ningún atisbo de ella. La empresa está obligada a levantar un área de bosques y forestas para proteger a las poblaciones del mal olor.