SANTIAGO.- El Senado despachó en segundo trámite el proyecto que establece límite, control, transparencia y financiamiento público a los gastos de campaña, a la espera de que la Cámara de Diputados ratifique el texto y el acuerdo político suscrito por el Gobierno y los partidos políticos.
La iniciativa, que forma parte de llamada agenda de transparencia, introduce por primera vez en la legislación chilena algún tipo de supervigilancia a los gastos de los candidatos a los cargos de representación popular.
Tras la sesión especial en la que se despachó esta iniciativa, el Presidente del Senado consideró que éste es un hito muy importante para la historia democrática del país ya que recordó que en América Latina, Chile era el único que no contaba con una reglamentación sobre este punto.
"Hasta ahora, los gastos y las campañas se daban sin ningún control y llegaron a ser los más altos en todo el continente, y con esto podemos limitarlos, racionalizar las campañas y dar igualdad de oportunidades", aseveró.
El legislador calificó esta ley como un "avance fundamental digno de los países civilizados en sus sistemas democráticos" e insistió que con esta nueva normativa se podrá hacer un finjanciamiento transparente y evitar "lo que hoy se produce que es que no sabemos de dónde vienen las platas, cómo vienen y qué condicionamiento tienen".
Respecto de las críticas respecto de la oportunidad, el senador Zaldívar descartó de plano la validez de estos planteamientos
Durante el debate en la Sala, el senador Jorge Martínez Bush reclamó la oportunidad en que se está debatiendo la posibilidad de destinar dineros públicos al financiamiento de las campañas de los partidos. El senador institucional sostuvo que si actualmente las colectividades políticas no cumplen con la ley que los rige, al no publicar en los diarios de circulación nacional sus balances, menos lo harán para respetar esta legislación experimental.
Si bien compartió el fondo del proyecto, demandó constantemente que dadas las urgencias sociales que tiene el país, no es correcto que se legisle sobre una materia de tanta trascendencia.
Sin embargo, las críticas más duras las esgrimió el senador Nelson Avila quien calificó de "anodino" el proyecto aprobado por la amplia mayoría de los senadores y consideró que el acuerdo político suscrito por los partidos y La Moneda, obliga al Senado a mirar las iniciativas "como quien ve pasar un tren, sin mirar lo que hay dentro".
A juicio del legislador, esta normativa "deja zonas oscuras insondables en la relación del dinero con la política" y que "es una suerte de alivio de consciencia desesperada por eludir el juicio público de las autoridades".