SANTIAGO.- Pese a recibir millonarias propuestas de chilenos y extranjeros, la joven peruana Sandy recapacitó este viernes y se retractó de subastar su virginidad en un remate electrónico, como lo propuso hace unos días.
La muchacha de 21 años, que sólo proporcionó su nombre, llamó la semana pasada a una radioemisora para promocionar su audaz remate con un certificado de virginidad en la mano y a cambio recibió más de mil 500 respuestas en su correo electrónico.
Sin embargo, gran parte de los mensajes fueron de padres y jóvenes que intentaron disuadirla de su idea y prestarle apoyo, lo que finalmente la convenció a retractarse.
"Uno recapacita cuando tiene errores. Yo recapacité y sabía que estaba mal lo que iba a hacer y que me iba a repercutir toda mi vida", dijo la arrepentida joven al popular locutor Rumpi de la radio local W, donde inició su frustrada aventura.
Sandy, quien dijo atravesar por graves problemas económicos que no le permiten financiar su carrera universitaria, se había comprometido a dar a conocer el ganador de la subasta el pasado lunes, pero no lo hizo.
Tras cinco días de espera, finalmente la muchacha optó por retractarse, reconociendo, eso sí, que una mujer le ofreció prestarle dos millones de pesos, para que pueda financiar su carrera.
La joven admitió haber recibido, entre muchas propuestas, promesas de casas, viajes y dinero en ofertas provenientes de Chile, Argentina, Brasil, Estados Unidos y España.
"La mayoría de la gente me ha dado su apoyo y me dice que no lo haga, pero también había gente que me había ofrecido desde casarse conmigo hasta llevarme a Estados Unidos, demasiado dinero, casa, auto, etcétera", confesó.
"Hasta me escribieron de los diarios de Estados Unidos que querían entrevistarme, que me ofrecían dinero y todo lo demás, pero yo no pienso dar la cara para esas cosas. Si algún día soy famosa, quiero serlo por otra cosa, no por esto", agregó.
Pero más allá de la repercusión mediática, lo que más destacó la joven fue la ayuda desinteresada de quienes le ofrecieron dinero y trabajo para que desistiera de la subasta, propuestas que finalmente tuvieron eco en la afligida muchacha.
"Sí, hubo gente que me ofreció dinero desinteresadamente, sin nada a cambio... para que veas que hay gente buena en este mundo", dijo emocionada.
Lamentó, en todo caso, la reacción de algunos de sus compatriotas peruanos radicados en Chile que la acusaron de denigrar a su país. "A veces uno no piensa antes de decir las cosas", confesó.
La colonia peruana es la segunda comunidad extranjera más grande en Chile, con más de 65 mil personas.
