SANTIAGO.- El diputado demócratacristiano, Rodolfo Seguel, presentó hoy en el Congreso un proyecto que eleva la siesta a la categoría de derecho laboral, al incluirla en las normas sobre horarios de trabajo.
La iniciativa, que despertó ironías y un diplomático comentario del Gobierno, consiste en una modificación al artículo 34 del Código del Trabajo, intercalando, después de la palabra "colación" (almuerzo ligero) la frase "y 20 minutos adicionales para dormir siesta".
"Hay un estudio que mandé a hacer a Europa, que demuestra que todo trabajador que descansa después de la colación tiene el mismo rendimiento que al comienzo de la jornada", aseguró a periodistas al explicar los fundamentos de su proyecto.
Seguel agregó que "un hombre que empieza a trabajar a las siete de la mañana, almuerza al mediodía y descansa después 20 ó 30 minutos, vuelve a trabajar como si fueran otra vez las siete de la mañana".
"Muchos se van a reír, pero los más serios van a captar el significado que tiene (el proyecto), que es mejorar la productividad del país", añadió el parlamentario.
Seguel explicó que consideró necesario presentar el proyecto "en momentos en que hay una arremetida del Gobierno y de los empresarios para flexibilizar la jornada laboral", lo que a su juicio significará que "las jornadas ya no serán de ocho horas sino de 12, 13 ó 14".
El ministro del Trabajo, Ricardo Solari, dijo que "vamos a mirar con toda atención" el proyecto de Seguel que, en su opinión, "tiene algunos aspectos positivos".
Fraccionar el tiempo de trabajo y de ese modo hacer más liviana la carga "es algo bien reconocido y presentable desde el punto de vista de la salud", añadió, en declaraciones al portal Terra.cl el ministro que, sin embargo, condicionó su respaldo al proyecto.
"Hay que analizar si existen las condiciones laborales mínimas para que esto sea factible", concluyó.
Algunos medios añadieron la iniciativa de Seguel a la lista de proyectos insólitos presentados en el Parlamento.
Entre otras, recordaron una propuesta que prohibía a los escolares portar teléfonos celulares, otra que planteaba la construcción de un monumento a la cueca (baile folclórico) y una tercera, más llamativa, que prohibía y castigaba la demagogia.