SANTIAGO.- El Presidente Ricardo Lagos aseguró esta mañana "no estar contento" luego que ayer la bancada de la Democracia Cristiana votara en contra de la propuesta del Ejecutivo de elevar el impuesto a los alcoholes, lo que derivó en rechazo de la iniciativa en la Cámara de Diputados.
Al ser entrevistado por TVN en medio de una visita que realizó a una mujer beneficiada por el piloto del AUGE, el Jefe de Estado dijo que "no estoy contento porque la oposición no quiso participar de esto, y este es un tema donde todos deben participar. Tampoco estoy contento porque no se aprobó el impuesto a los alcoholes".
El Primer Mandatario insistió en que el alza propuesta por el Ejecutivo para aumentar el impuesto al alcohol era mínima y que constituye una falta de solidaridad haberla rechazado.
"Significa que si una botella de pisco hoy día vale 1.500 pesos, usted tiene que pagar 15 pesos más. ¿Usted cree que por 15 pesos más por una botella de pisco van a quebrar los amigos pisqueros?. Es aquí donde me parece que falta a ratos más solidaridad", enfatizó.
Lagos formuló un llamado al Senado a aprobar el proyecto que ayer salió de la Cámara con el alza del IVA y los tributos al tabaco y el diésel, y aseguró que en este asunto no debiera haber gobierno y oposición.
Ayer la Cámara de Diputados aprobó el proyecto del Ejecutivo para elevar el IVA de 18 a 19% a partir de octubre y los tributos específicos al diésel y al tabaco.
La propuesta que incrementa el impuesto al consumo fue respaldada por 55 votos de la Concertación, mientras que 53 parlamentarios de la Alianza por Chile la votaron en contra, tras lo cual el proyecto pasó al Senado.
Sin embargo, la Democracia Cristiana se pronunció en contra del alza al pisco, la cerveza y los vinos, con lo cual dicha propuesta terminó rechazada por 70 votos, ya que sólo contó con el respaldo de 36 parlamentarios del Partido Socialista y del Partido por la Democracia (PPD).
El rechazo del falangismo hacia el impuesto a los alcoholes fue duramente criticado por sus pares de la Concertación. Los ministros de Hacienda y el equipo político intentaron sin éxito hacer cambiar de postura al partido de Adolfo Zaldívar.