SANTIAGO.- Un delincuente, armado de dos fusiles de asalto M-16, intentó robar una cabra y se batió durante siete horas con guardias y policías hasta que, herido, debió rendirse, informaron hoy fuentes policiales.
El hecho ocurrió durante la tarde y noche del pasado jueves en la localidad de Carachilla, en las cercanías de Ovalle, y fue protagonizado por Luis Alberto Berríos Tapia.
El hombre se introdujo subrepticiamente a una propiedad para apoderarse de una cabra pero fue sorprendido por unos guardias que lo repelieron con disparos de escopeta y lo hirieron.
Sin embargo, el ladrón, conocido en la zona como "El Luchín", respondió los disparos con sus M-16 y logró parapetarse en la falda de un cerro vecino, hasta donde llegaron después efectivos policiales con los que batió durante siete horas, hasta la madrugada del viernes.
El incidente atrajo también a periodistas de varias localidades de zona, los que consignaron, al igual que la policía, que pese a su ferocidad el "Luchín" disparaba al aire, preocupado más de mantener alejados que de herir a sus perseguidores.
Al mismo tiempo, gritaba que no se entregaría, pero al cabo de las horas cedió a la persuasión desplegada por el capitán de Carabineros Luis Cortés y el fiscal Jorge Cartagena, y se rindió.
Berríos tuvo un último gesto de rebeldía cuando, esposado, se soltó de sus guardianes y trató de arrojarse a un río, mientras cruzaban un puente.
El detenido dijo que había encontrado los fusiles, de fabricación estadounidense, en una mina abandonada de la zona, y las autoridades presumen que fueron ocultados por miembros de algún grupo armado clandestino durante el régimen militar.