SANTIAGO.- El obispo emérito de Copiapó, monseñor Fernando Ariztía, quien tuvo una activa participación en la creación del Comité Pro-Paz en octubre de 1973, sostuvo que los partidos políticos no han hecho todo lo posible para enfrentar las violaciones a los derechos humanos cometidas durante el régimen militar.
En conversación con radio Cooperativa, el prelado dijo que en el mundo civil, que se sintió comprometido con el régimen encabezado por el general (r) Augusto Pinochet "hay de todo, hay mucha gente que no vio y no quiso ver, que escuchó pero que no quiso oír. Realmente había una descalificación a todos los que le pudieran cuestionar su ideología, su manera de pensar, su estilo de vida".
En momentos en que los partidos políticos y las organizaciones de derechos humanos han entregados propuestas al Gobierno para solucionar los temas pendientes que afectan a los familiares de las víctimas, Monseñor Ariztía insistió en que la sociedad no ha hecho todo lo posible en ese sentido, y que por ello le parece bien que el tema haya salido a la discusión pública.
Sin embargo advirtió que hay algo irreparable, porque la pérdida de la vida humana y el sufrimiento de los familiares no se paga "con dinero ni con nada".
"Van a seguir con una cicatriz. Hay una herida muy honda, pero creo que es bueno sanear, que podamos oxigenar la situación del país en este aspecto, para poder caminar con esperanza y llegar finalmente al gran reencuentro de la fraternidad, del amor, de la reconciliación, del perdón mutuo y juntos mirar para adelante".