SANTIAGO.- El capellán nacional de Gendarmería, Nicolás Vial, criticó la actitud de algunas personas, organizaciones y medios de comunicación por tratar el caso del ex sacerdote condenado a 12 años por abusos sexuales contra menores, José Andrés Aguirre Ovalle, en forma "demasiado escandalosa, demasiado horrorosa".
Esto, según manifestó a TVN, porque a pesar de la gravedad del delito es una persona que "ya está en desmedro, caída y en profunda dificultad. Creo que exacerbar eso es muy dañino, no sólo para él, sino para la sociedad entera".
El capellán Vial calificó la condena judicial contra José Andrés Aguirre como "desproporcionada", ya que cree que hay que considerar a favor del ex sacerdote el hecho de que él mismo confesó y colaboró en el relato de sus actos, "sin ocultar nada".
Ante esto, llamó a realizar una profunda revisión y renovación de la aplicación de las penas.
"Se están aplicando penas de hace 200 años...en la historia todo evoluciona y también deben hacerlo las penas", señaló criticando el hecho de que se otorgue mayor connotación social a delitos sexuales cuando existen otros delitos que "también afectan a personas, dejando secuelas profundas para el resto de la vida y cuyas condenas son irrisorias, como los delitos económicos".
El capellán manifestó que detrás de estos delitos de abusos sexuales contra menores existen conflictos mentales, por lo que la cárcel no es la única solución.
"Aquí hay una tendencia a que lo único posible es la cárcel, pero hay que buscar maneras más inteligentes para ayudarlos a salir de los problemas y evitar en el futuro nuevos delitos".
Sobre el fallo de primer instancia que obliga al arzobispado a pagar una multa de $50 millones a las familias de los niños afectados, el capellán Vial, reiteró que la función de los sacerdotes con el arzobispado es de "subordinación espiritual", por lo que consideró que deberá analizarse con más profundidad, ya que, "a la Iglesia no le correspondería pagar porque hay responsabilidades personales y la Iglesia no tiene por qué asumirlas".
Esto, aún cuando la Iglesia conociendo antecedentes sobre la conducta del ex sacerdote José Andrés Aguirre, decidió, en lugar de denunciarlo, apartar al religoso de sus funciones.
"La Iglesia hizo lo que le correspondía, en cuanto a que cuando hay una denuncia debe investigarse...si no hizo más deberá determinarlo quien corresponda".
