SANTIAGO.- En recuperación, dentro de su estado de gravedad, se encuentra en la Clínica Las Condes Matías Alberto Guajardo, de nueve meses de edad, quien fue sometido a un trasplante de hígado, luego que los padres de origen colombiano de una menor de 10 meses, que falleció tras ser atropellada, donaran sus órganos.
La intervención a Guajardo, que padecía una malformación congénita hepática, duró siete horas y culminó a la una de esta madrugada y fue considerada por los médicos y sus padres como un verdadero milagro.
El médico tratante Erwin Buckel señaló que "todavía estamos preocupados, porque la situación de él es muy delicada, son niñitos muy pequeños, son niñitos que pesan solamente ocho kilos, con un injerto muy pequeñito que desde el punto de vista técnico sea una cirugía muy desafiante, pero se dieron todas las cosas bien".
Asimismo, explicó que las próximas horas darán indicios más acabados del estado de salud del menor.
"Desde el punto de vista neurológico, respiratorio y renal está bien en estos momentos. Todos esos son parámetros indirectos de que la cosa está andando bien, pero creo que todavía falta un tiempo para hacer pronósticos", señaló el doctor.
Los padres del receptor del hígado, Matías Guajardo y Claudia Secco, agradecieron emocionados el gesto de la pareja extranjera que donó los órganos de su pequeña hija fallecida.
"Que nos enseñe gente de afuera a tener esos gestos y ese amor es maravilloso. No tenemos palabras para agradecerle a esta familia y decirles que sentimos mucho lo que a ellos le pasó y darles las gracias", señaló la madre.
"Fue inesperado, nosotros nunca esperamos un órgano de un donante cadáver. Mi marido iba a ser el donante y nunca nos imaginamos que iba a llegar el hígado para él. Entró a una lista de espera hace muy poco tiempo y éramos de los últimos en la lista de espera, entonces nunca tuvimos la esperanza de tener un órgano", agregó Secco.
Cabe recordar que la donante, que se encontraba junto a sus padres de tránsito en Chile como parte de un viaje de placer, fue atropellada el fin de semana por un automóvil que se subió a la vereda en la esquina de avenida El Bosque con San Sebastián.
Luego de varios días de agonía y con muerte cerebral, sus progenitores, Roberto Vélez y Erika Ávila, accedieron a desconectar el respirador que mantenía a la pequeña Mariana artificialmente con vida.
Así, la menor se convirtió en el donante de órganos sólidos más pequeño registrado en Chile.