SANTIAGO.- Con una ceremonia, encabezada por el padre Felipe Berríos, se dio término oficial a la campaña de invierno de Un Techo para Chile, iniciativa que este año estuvo marcada por la falta de lluvias y por la instalación de una mediagua en plena Alameda.
La medida buscó sensibilizar a la población que transita por el centro de la ciudad con la realidad que sufren 60.000 familias chilenas que aún viven en los campamentos.
La medida buscó sensibilizar a la población que transita por el centro de la ciudad con la realidad que sufren 60.000 familias chilenas que aún viven en los campamentos.
De un total de 2 mil millones de pesos, sólo se logró recaudar $1.042 millones, lo que no dejó del todo contentos a sus organizadores.
A juicio del Capellán de Un Techo para Chile, Felipe Berríos S.J., el resultado de la campaña fue "excelente en cuanto a la gran acogida. Buena, en cuanto ha sido la primera vez que pedimos dinero para los sin casa, sin que hayan inundaciones o fuertes lluvias. Buena en cuanto a que pudimos poner, no sólo en el corazón de la capital un recordatorio de los campamentos, sino que también pusimos el tema en el corazón de la sociedad. Buena en cuanto a la cantidad de jóvenes que gratuitamente han participado en todo el país. Pero no fue buena del todo, en cuanto conseguimos un poco más de la mitad de lo que necesitábamos".
"Nos duele tener que decirle a mucha gente que esperaba su casa o que quiere capacitarse, que tendrán que seguir esperando", agregó Berríos.
Si bien la campaña publicitaria termina hoy, la recolección de fondos por medio de la cuenta 2010 del banco Santander-Santiago y los teléfonos 7002700 de Santiago Y 702700 de Regiones, continuarán recibiendo aportes "porque el programa de Un Techo Para Chile, no se detendrá hasta que no queden chilenos viviendo en la miseria".
En la oportunidad se agradeció a la empresa Power Graphics que financió el proyecto, a los jóvenes "que durante el período de sus exámenes estuvieron viviendo en el aire, como tantos pobres", y a los medios de comunicación, "que una vez más fueron nuestros aliados".
Berríos dijo sentirse feliz de haber ayudado a que los chilenos al tomaran conciencia del "Reality que no queremos ver", en el que más de sesenta mil familias hoy viven en el aire.
"Ya no es tiempo de campaña, ni de pedir, ni de reflexionar, ahora es tiempo de construir. Los pobres no pueden esperar. Con los aportes, que por la generosidad de tantos nos han llegado y aprovechando las vacaciones de los jóvenes, iremos a construir mil casas a lo largo de Chile, donde exista mayor necesidad", explicó Berríos.
Así entre el 12 de julio y el 3 de agosto, se estarán realizando desde Arica a Puerto Octay los Trabajos de Invierno 2003 donde más de 2.500 voluntarios construirán más de 1.000 mediaguas.
