VALPARAÍSO.- El presidente del Senado, Andrés Zaldívar (DC), señaló que cree que "habrán votos para la aprobación en general" de la denominada Ley de Divorcio.
Zaldívar agregó que en el Senado no hay nadie que esté por destruir la familia ni la institución del matrimonio, por tanto, "confío en que saldrá la mejor legislación que el país necesita en el siglo XXI".
El legislador destacó el alto nivel del debate sobre la nueva Ley de matrimonio civil, donde hasta ahora han expuesto sus argumentos los cinco integrantes de la Comisión de Constitución, senadores Andrés Chadwick, Alberto Espina, Marcos Aburto, Rafael Moreno y Enrique Silva Cimma y los senadores Eduardo Frei, Hernán Larraín, Carlos Cantero y José Antonio Viera Gallo.
Sin embargo, el presidente del Senado visualizó dificultades para alcanzar consenso en temas, que hasta ahora, se perfilan como los más polémicos, como son el divorcio unilateral, que permite al cónyuge a los 5 años de haber dejado el hogar, de pedir el término del matrimonio.
"Creo que en este tema los votos serán muy entrecruzados, cuando votemos el proyecto en particular, por cuanto hay senadores que no aceptan la unilateralidad, salvo que se acrediten situaciones de extrema gravedad", indicó el parlamentario.
Además, Zaldívar recordó que otro tema en discusión es el relativo a los plazos para pedir el divorcio y los senadores Carlos Ominami y Jorge Pizarro ya anunciaron indicación para reducir de cinco a dos años, el cese de convivencia conyugal efectivo para el divorcio unilateral y de tres a uno año, en el caso del divorcio por mutuo consentimiento.
Asimismo, el presidente del Senado, señaló que otra norma polémica es la contemplada en el artículo 21 que establece que los matrimonios celebrados ante entidades religiosas que gocen de personalidad jurídica de derecho pública producirán los mismos efectos que el matrimonio civil, siempre que cumplan con los requisitos contemplados en la ley.
Finalmente, aclaró que el texto respecto del cual se pronunciará el Senado no contempla la controvertida norma que algunos legisladores, que son contrarios al divorcio, han esbozado como una fórmula para salvar la legislación en trámite y mediante la cual se establecería que al momento de casarse la pareja podría optar por "matrimonio disoluble", es decir, con posibilidad de ponerle término por desavenencias de los cónyuges.