SANTIAGO.-Un 3,1% de mujeres chilenas entre los 30 y los 39 años de edad siguen siendo vírgenes, es decir, tres de cada 100 mujeres no han tenido aún relaciones sexuales, según un estudio realizado por la Comisión Nacional de Sida (Conasida).
En tanto, los análisis indican que un 1,6% de las mujeres entre los 40 y los 49 años nunca ha tenido relaciones sexuales.
Dicha cifra aumenta a un 7,6% en el grupo de mujeres entre los 25 y los 29 años; un 22,9% en el grupo de 20 a 24 años, y un 45,7% entre los 18 y los 19 años.
A juicio del sexólogo Antonio Salas una de las razones a la hora de encontrar respuesta a la opción de no iniciarse sexualmente, incluso teniendo una edad adulta, radica en "la falta de líbido, es decir, de deseo sexual".
"Hay mujeres que, ante la idea de estar físicamente con alguien del sexo opuesto, no sienten placer y no sienten motivación sexual", dijo.
Salas agregó que en ocasiones "el no encontrar pareja y no tener incentivos en la mirada que tienen de lo que es una relación sexual también puede influir".
El especialista dijo que el instinto es un factor que puede tener repercusiones en la conducta sexual que una mujer experimente.
Explicó que es "el instinto el que produce deseo sexual, el que provoca la orgasmia o placer. En las mujeres vírgenes, este estado no ocurre, no se produce porque a veces estas mujeres están preocupadas en su vida de otras cosas y no de lo sexual ni de su sexualidad".
Salas precisó que algunas mujeres, como una forma de paliar la falta de relaciones sexuales, recurren con frecuencia a la práctica de la masturbación.
No obstante, aclaró que "al margen de eso, en el fondo no sienten interés en involucrarse sexualmente con los hombres".
Según Salas, "un 1% de las mujeres vírgenes sobre los 30 años sufren de vaginismo -terror al sexo- y aproximadamente un 4% son frígidas".
Por su parte, el sexólogo Eduardo Pino indicó que generalmente las mujeres vírgenes "tienen algún complejo, tienen algún problema psicológico y no se atreven a comunicarse ni a interrelacionarse. Esto afecta las relaciones que puedan entablar con hombres y con mayor razón, la posibilidad de tener sexo".
Para Pino, se trata más bien de mujeres a las que se las puede calificar dentro de un contexto social, como "quitadas de bulla, retraídas".
El especialista sostuvo que algunas nunca han tenido sexo por motivos religiosos, o porque le dedican más espacio a su familia que a su propia vida sexual, aunque aclaró que el dedicarse a terceras personas no es señal que se opte por la virginidad en la edad adulta.
"Las religiosas, en ciertos casos optan por la virginidad por una cuestión de fe, porque su cercanía con Dios es más fuerte que su vida terrenal, que su vida como mujer", dijo.
A juicio de Pino, en el miedo a experimentar una relación íntima también influye "el haber tenido una vivencia negativa durante la niñez. El trastorno conductual es otro elemento que juega en contra. Se trata de haber crecido, aprehendido y haber interrelacionado equivocadamente el desarrollo sexual".
El sexólogo, Antonio Salas, indicó que ser virgen después de los 30 años, no puede ser considerada una situación anormal, una realidad extraña o cuestionable. "No es un fenómeno, en eso hay que ser bien claros".
En tanto, Pino agregó que, en términos generales, las mujeres vírgenes por sobre los 30 años "son casos más bien anecdóticos y no frecuentes. Es un error hablar de un fenómeno, al menos en mi experiencia. No se les puede obligar a tomar la decisión de tener sexo por primera vez de buenas a primera, es parte de un proceso. Por ejemplo, estas mujeres consultan a un especialista, porque se les despierta algún instinto o su mente se ha abierto a la afectividad con una determinada persona".