BRASILIA.- El Presidente de Chile, Ricardo Lagos, destacó hoy en Brasilia la gran sintonía que mantiene con el gobierno de su colega brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, para alcanzar metas comunes en favor de los necesitados, el crecimiento de ambos países, la integración continental y los derechos humanos.
"Chile y Brasil son socios en múltiples ámbitos y la realidad de siglo XXI nos obliga a fortalecer estos canales", destacó el gobernante durante una conferencia de prensa posterior a su entrevista con Lula.
Lagos destacó los resultados de su visita de trabajo a Brasil y sostuvo que ha servido para afinar posturas frente a "tres grandes desafíos multilaterales" que se plantean en los próximos tres meses para Brasil, Chile y el resto de los países sudamericanos.
El gobernante chileno se refirió a la conferencia de la Organización Mundial del Comercio (OMC) de septiembre próximo en el balneario mexicano de Cancún; así como a la Conferencia Especial sobre Seguridad Hemisférica, a finales de octubre, también en México, y la Cumbre Extraordinaria de las Américas.
Lagos definió como "complejo" el panorama que se plantea para el continente frente a los citados retos.
Citó, a título de ejemplo, la discusión sobre los subsidios agrícolas que debe trabarse durante la próxima cita de la OMC.
"Las proposiciones que hasta ahora conocimos del mundo desarrollado no nos satisfacen. Tenemos que trabajar en forma conjunta para lograr una posición sólida y única frente a estos asuntos", dijo.
El jefe de Estado chileno insistió que en que "la cohesión social y el trabajo en favor de los desfavorecidos" son marcas comunes a su gobierno y el de Lula.
"Hemos aprendido a caminar juntos por la realidad de este siglo XXI", sostuvo.
Lagos llegó anoche a la capital brasileña con la ministra de Relaciones Exteriores, Soledad Alvear, y los ministros de Trabajo, Ricardo Solari; de Vivienda, Jaime Ravinet, y de Planificación, Andrés Palma.
Lula y Lagos se entrevistaron en privado durante la mañana en la Granja do Torto, residencia oficial del gobernante brasileño, y posteriormente presidieron una cita de trabajo con sus ministros.
A la reunión concurrieron el canciller brasileño, Celso Amorim, y sus colegas brasileños de Planificación, Guido Mantega; de Trabajo, Jacques Wagner, y de Asistencia Social, Benedita da Silva.
