BUENOS AIRES.- El Presidente de Chile, Ricardo Lagos, afirmó que es "imposible poner un punto final" a las investigaciones sobre derechos humanos en su país y destacó que su meta es que "la justicia avance y se conozca la verdad".
"La sociedad chilena no lo aceptaría (el punto final) de ninguna manera. Quiere, eso sí, que las investigaciones terminen lo antes posible", señaló en una entrevista publicada hoy en el diario argentino Página/12.
Lagos fue entrevistado durante la visita oficial a Argentina que concluyó el pasado viernes.
Con Página/12 habló, entre otras cosas, de la política de derechos humanos de su Gobierno y del trigésimo aniversario del golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende de la Presidencia de Chile el 11 de septiembre de 1973.
Lagos adelantó al diario argentino que el discurso que pronunciara ese día será una reflexión sobre cuánto ha avanzado el país en treinta años y cuánto le queda por avanzar, con referencias a los "dos presidentes en la historia de Chile, José Manuel Balmaceda y Salvador Allende, que se suicidaron".
Además del discurso, Lagos indicó que conmemorará el aniversario con la apertura de una de las puertas del palacio presidencial La Moneda, la de la calle Morandé, que fue tapiada tras el golpe por orden de su cabecilla, el general Augusto Pinochet.
Era la puerta por la que "entraba y salía el ciudadano presidente" a comienzos del siglo XX y también fue por donde fue sacado el cadáver de Allende, dijo.
"Me pareció que era el símbolo del restablecimiento de nuestras tradiciones republicanas", explicó.
Sobre la polémica que rodea las conmemoraciones del aniversario, indicó que en Chile "nunca habrá acuerdo sobre las causas" del golpe y aseguró que "no hay una historia oficial".
"En la discusión sobre el pasado algunos quieren poner el énfasis en las causas y otros en las consecuencias. A mí me parece que ambos elementos son legítimos", señaló.
El presidente chileno, que el primer día de su visita a Buenos Aires declaró su "admiración" por lo hecho en materia de derechos humanos por su colega argentino, Néstor Kirchner, en sus tres primeros meses de gobierno, matizó el significado de sus palabras cuando se le preguntó si hay coincidencia entre la política de Chile y Argentina en ese ámbito.
"El presidente Kirchner entendió que en este ámbito tenía que apurar el tranco y lanzó un conjunto de definiciones", señaló Lagos para agregar que cuando usó la palabra "admiración" sólo quiso reconocer el modo en que el gobernante argentino encaró un "tema duro y difícil".
Además de pretender que la justicia avance y la verdad salga a la luz, el Gobierno chileno tiene como meta en materia de derechos humanos las "reparaciones" a quienes padecieron directa o indirectamente los atropellos del gobierno militar encabezado por Pinochet (1973-1990).
"Será austera y simbólica, pero hay que hacerse cargo de ella (la reparación)", indicó.
Lagos habló también del llamamiento a una mayor coordinación entre los países latinoamericanos en las negociaciones multilaterales y en los organismos internacionales que hizo en Buenos Aires.
"América Latina puede y debe jugar un rol", señaló el presidente, quien puso como ejemplo la coordinación entre Chile y México en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en el conflicto por Irak y confió en que se mantendrá esa postura cuando Brasil entre en ese órgano y luego cuando coincidan brasileños y argentinos.
Para Lagos, lo importante es lograr "claridad como bloque", porque sólo así América Latina podrá "hacer valer su peso" en foros como la Organización Mundial de Comercio (OMC) y el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).