ROMA.- Marco Antonio Pinochet aseguró que a estas alturas sería "inútil" que su padre pidiera excusas por los excesos cometidos por el régimen militar.
"Chile debe olvidar, no serviría de nada que mi padre pidiera ahora excusas. Dirían que es demasiado tarde, que no son sentidas, que es una imposición", afirma Marco Antonio en una entrevista que reproduce hoy el diario turinés "La Stampa".
El hijo menor de Pinochet, que en los últimos años ha asumido el papel de portavoz de la familia, explica que en Chile la Ley de Amnistía "ha cerrado aquel período de sufrimiento. No digo que no se cometiesen excesos, pero no querer pasar la página para construir un país mejor sería un gran error".
En la entrevista con el rotativo italiano, que coincide con el trigésimo aniversario del golpe militar de 1973, Marco Antonio añade que ahora Chile "tiene un presidente socialista que no busca una revancha sobre la historia".
Pinochet admitió que el ex Mandatario "seguramente cometió muchos errores, pero éstos deben analizarse en relación al momento histórico", al explicar que en los años 70 el mundo estaba dividido entre el Occidente libre y el imperio soviético y "Chile no era una excepción".
"Mi padre fue sin duda una figura de la guerra fría, pero también un chileno que asumió su responsabilidad cuando veía el país precipitarse hacia el caos y la guerra civil", sostuvo el hijo del ex gobernante, quien aseguró que "la historia lo juzgará".
Asimismo subrayó que el ex general no era responsable de las torturas y ejecuciones llevadas a cabo por la Dina que dirigió Manuel Contreras, a quien califica de "psicópata y mentiroso", además de agente de la CIA (servicios secretos estadounidenses) y de trabajar para Estados Unidos.
"Cuando mi padre lo descubrió le quitó el mando de los servicios secretos, y eso tiene mérito", afirmó Marco Antonio Pinochet.