SANTIAGO.- Pasadas las 12:20 horas de hoy se dio término en la Catedral Metropolitana al tradicional Te Deum Ecuménico de Fiestas Patrias, presidido por el cardenal arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, con motivo de conmemorarse el 193 aniversario de la creación de la Primera Junta Nacional de Gobierno.
La celebración litúrgica comenzó con oraciones y cantos, para dar paso a la Liturgia de la Palabra, momento en que se lee una lectura del Antiguo Testamento y un Salmo, y se proclama el Evangelio, a cargo de monseñor Sergio Abad, arzobispo Metropolitano de la Iglesia Ortodoxa del Matriarcado de Antioquia en Chile.
Luego, continuó con la homilía monseñor Francisco Javier Errázuriz, para proceder a las Ofrendas, la Acción de Gracias y las Peticiones, a cargo de pastores de las Iglesias Misión Apostólica Universal, Evangélica Reformada, Metodista de Chile, Misión Evangélica Wesleyana, Anglicana de Chile, entre otras.
Monseñor Errázuriz realizó un reconocimiento al recuerdo de la historia y significado en la reconstrucción de la memoria.
En este sentido, el cardenal hizo eco de las conmemoraciones de los 30 años del 11 de septiembre de 1973 y realizó oficialmente un "Nunca Más" de la Iglesia Católica.
De esta forma, el monseñor Errázuriz señaló que ante las implicancias para la historia de Chile del 11 de septiembre, se debe afirmar un amplio "nunca más" para continuar hacia el futuro, optando por la fraternidad y persiguiendo el bien de todos.
"Nunca más la politización de las Fuerzas Armadas y de Orden. Nunca más una convivencia tan deteriorada que un gran número de ciudadanos pida una intervención armada, tampoco circunstancias tales que el gobierno sea tomado por las armas y que un presidente se vea instigado a poner fin trágicamente a sus días. Nunca más la imposición de las ideas por la fuerza, la persecución de los adversarios políticos y la búsqueda de personas y de armas mediante la tortura", dijo.
Asimismo, continuó con el "Nunca más tanta información distorsionada y tanta denegación de amparo y de justicia. Nunca más un combate contra ideas e ideologías al precio de vidas humanas y desaparecidas. Nunca más la indiferencia ante el dolor y la vulneración sistemática de derechos inherentes a toda persona humana".
El prelado reiteró la oposición de la Iglesia Católica al divorcio en trámite en el parlamento y pidió a los legisladores que tengan en cuenta "una petición de incontables familias y jóvenes: no supriman de nuestra legislación la opción de aquellos esposos que quieren renunciar definitivamente a la acción de divorcio porque se aman de tal manera que quieren unirse y comprometerse sin vuelta atrás, para siempre".
El cardenal también valoró las acciones del Gobierno como la firma de los tratados de libre comercio, los esfuerzos en el mejoramiento de la educación y el comienzo de la reactivación económica.
El momento culminante de la celebración, instante en que se interpreta el Te Deum -cántico de Acción de Gracias- contó con la participación de la orquesta formada por destacados músicos de la Filarmónica de Santiago, y por un coro integrado por diversas agrupaciones musicales de parroquias de la Arquidiócesis, sumando en total 120 personas.
Esta mañana, pasadas las 10:50 horas el Presidente Ricardo Lagos, junto al ministro del Interior José Miguel Insulza, salió del Palacio de La Moneda para subirse a su auto Ford Galaxy descapotable e iniciar el trayecto hasta la Catedral Metropolitana, donde se celebró el Te Deum.
Varias unidades de formación de todas las ramas de las Fuerzas Armadas y de Orden rindieron honores al Presidente Lagos quien ingresó hasta la Catedral pasadas las 11:05 horas, luego de ser saludado por quienes desde temprano se aglomeraron tras las barreras protectoras ubicadas en el trayecto hacia la Catedral.
A la ceremonia religiosa asistieron autoridades de todos los poderes del Estado, obispos y pastores de otras Iglesias cristianas, entre ellos representantes de las Iglesias Ortodoxa, Luterana, Anglicana, Metodista y de diversas denominaciones Evangélicas.
El Te Deum se celebra tradicionalmente en Chile desde 1811, año en que José Miguel Carrera pidió a la autoridad eclesiástica de la época que celebrara una Acción de Gracias para conmemorar el primer aniversario de la Junta Nacional de Gobierno.