SANTIAGO- Esta tarde, luego de que la dueña de la habitación que arrendaba Alejandro Cañas Quilmer, de 39 años, le pidió que abandonara el inmueble porque llevaba meses sin pagar el arriendo, éste abrió fuego con un revolver calibre 38.
La balacera que se llevaba a cabo en el tercer piso de un departamento ubicado en la esquina de las calles Carlos Antúnez y Barros Errázuriz llamó la atención de un carabinero que al acercarse resultó herido con una bala en la rodilla. Fue él el que llamó a Carabineros que, junto a Investigaciones, acudieron al lugar.
Para poder ingresar Gope de Carabineros tuvieron que detonar la puerta principal, y Cañas, atemorizado, optó por suicidarse. En el departamento se encontraban la dueña, Marcela de Marchena con heridas en el tórax y el hombro derecho, mientras que su prima sufrió un impacto de bala en el rostro. La primera fue trasladada al Hospital El Salvador y la segunda, que actualmente se encuentra bajo riesgo vital, a la Posta Central.
Alejandro Cañas, que se encontraba cesante y supuestamente sufría de alcoholismo, había dejado una nota pidiendo que se informara a su madre de lo ocurrido.
La misma tarde se escucharon disparos en el barrio de Las Condes. El segundo tiroteo fue ocasionado por el médico Guillermo Martínez que se encontraba en estado de ebriedad. Lanzó varios disparos hacia la calle, sin herir a nadie, hasta que un oficial ingresó a su domicilio y lo convenció que entregara las dos armas que portaba, una pistola y un rifle a pistones. Actualmente se están verificando la inscripción de estas.
