SANTIAGO.- Entre el incesante rumor de las olas, el viento y las gaviotas, en la casa junto al mar donde vivió y creó miles de versos, el poeta chileno Pablo Neruda será recordado el próximo martes por sus seguidores, al cumplirse 30 años de su muerte.
El Presidente Ricardo Lagos llegará hasta aquella casa, convertida ahora en un museo, en el balneario costero de Isla Negra, 100 km al oeste de Santiago, para encabezar el homenaje.
Junto al mandatario acudirán representantes del mundo de la cultura, amigos y seguidores del poeta que ganó el Premio Nobel de Literatura en 1971 y murió el 23 de septiembre de 1973, a los 69 años, 12 días después del suicidio de su amigo, el presidente socialista Salvador Allende, durante el golpe que instaló la dictadura del general Augusto Pinochet.
En medio de la violencia de aquellos días, la casa en Santiago del autor de "Residencia en la Tierra", "Confieso que he Vivido" y "Odas Elementales" fue saqueada, pero el poeta comunista no estaba allí.
Una patrulla militar llegó entonces hasta Isla Negra, con una orden de allanamiento y la leyenda cuenta que los soldados buscaban armas, pero Neruda, casi al borde de perder la batalla contra el cáncer, les respondió que su única arma era la poesía.
Los restos de Neruda descansan en el jardín de la casa, junto a su última esposa, Matilde Urrutia, mientras en su interior permanecen vivas sus colecciones de botellas e insectos, sus anclas y mascarones de proa, que recogió en sus viajes por el mundo como poeta, diplomático o simple viajero.
Más allá de las rejas que rodean el jardín con su inconfundible campanario, se extienden las arenas de la playa y las rocas, donde Neruda y Matilde miraron tantas veces sobre el mar los surcos dorados del sol poniente.
Los 30 años de la muerte de Neruda también serán recordados en las otras dos casas que tuvo Neruda: "La Chascona", en Santiago y junto al cerro Santa Lucía, y "La Sebastiana", en el puerto de Valparaíso, en la costa central de Chile.
Pero la ceremonia más significativa tendrá lugar en la casa de Isla Negra, convertida en un museo que administra la Fundación Pablo Neruda.
Más de 800.000 son los visitantes que han recorrido sus salones y habitaciones desde que abrió sus puertas hace 13 años, después que la casa permaneció cerrada por orden de la dictadura de Pinochet (1973-1990), según las estadísticas que maneja la fundación.
El Rey Gustavo Adolfo de Suecia, la Reina Sofía de España, el ex presidente de la Comunidad Europea Jacques Delors y numerosos líderes políticos, escritores y artistas figuran entre esa multitud de visitas ilustres que dejaron estampada alguna frase de saludo, en un libro especial que guarda el museo.
Otros no tan ilustres, especialmente jóvenes, prefieren dejar sus mensajes en las afueras de la casa, sobre los maderos que conforman la reja, entre el jardín y la playa.
"Neruda, nos haces falta", es una de las leyendas que más se repite, como reflejo del sentimiento de una generación que se siente huérfana de guías espirituales.
Nacido en la ciudad sureña de Parral el 12 de julio de 1904, Neftalí Reuyes Basualto se convirtió en Pablo Neruda antes de los 15 años, cuando creó sus primeros versos hasta proyectarse como uno de los poetas más universales de las letras hispanas.
Desde sus "20 Poemas de Amor y una Canción Desesperada" hasta los "Versos del Capitán", la poesía nerudiana se introduce en el cosmos, el agua, el aire, las raíces históricas o los problemas del hombre sencillo y la pareja humana.
Sus inquietudes sociales y políticas lo llevaron el 4 de marzo de 1945 a convertirse en senador, por las provincias nortinas de Tarapacá y Antofagasta, integrando la coalición Progresista Nacional. Ese año adhirió formalmente al Partido Comunista bajo la influencia de su segunda esposa, la pintora argentina Delia del Carril.
Delia, apodada "La Hormiguita" y 20 años mayor que Neruda, conoció al poeta en Madrid, en 1935, mientras frecuentaban las tertulias en las que participaban Federico García Lorca, Rafael Alberti y otros intelectuales.
Cuando el Partido Comunista fue proscrito, Neruda huyó clandestinamente a la vecina Argentina en 1948 y desde allí viajó a Europa, para vivir un exilio de cinco años en Italia, Francia y otros países.
En México conoció a la soprano Matilde Urrutia, que se convertiría en su última musa y provocaría su ruptura con "La Hormiguita", en un episodio que dividió a los admiradores de su poesía.
De regreso en Chile, volvió a incursionar en algunos debates públicos y fue candidato a la presidencia en 1969, pero declinó su postulación en favor de su amigo Allende, que ganó la elección el 4 de septiembre de 1970.
Bajo el Gobierno de la izquierdista Unidad Popular de Allende, Neruda fue embajador de Chile en Francia, donde en octubre de 1971 recibió la noticia de que había ganado el Premio Nobel.