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Padre Raúl Feres cumple 30 años al servicio del Templo Votivo de Maipú

Por todos estos años entregados al Santuario se realizará mañana, a las 12.00 horas, una Eucaristía en "Acción de Gracias" a la cuál asistirán obispos, sacerdotes, religiosas y laicos.

04 de Octubre de 2003 | 10:17 | Ilona Goyeneche, El Mercurio en Internet
SANTIAGO.- El padre, que pertenece al Instituto Secular Padres de Schoenstatt, se incorporó al trabajo del Santuario Nacional de Maipú, en 1973 como vicerrector. Luego de tres años fue nombrado rector del Santuario por el Cardenal Raúl Silva Henríquez, cargo que ocupa hasta hoy. A raíz de esos treinta años entregado al Templo de Maipú se realizará mañana, a las 12.00 horas, una Eucaristía en "Acción de Gracias" a la cuál asistirán obispos, sacerdotes, religiosas y laicos.

Fanático del folclore y del Colo-Colo, el padre Raúl Feres explica que no es usual que un sacerdote permanezca tanto tiempo desempeñándose en una misma comunidad. Sin embargo, es aquí donde encontró su lugar y con todos estos años "una experiencia muy rica. Lo interesante es que prácticamente crecí con el Santuario". Dos de las grandes tareas que se ha autoimpuesto, y que ya lleva a cabo durante años, son hacer del Templo un símbolo de unidad y trascender con su trabajo a otros santuarios de Chile e incluso toda América.

Usted ha acompañado el Santuario durante estos treinta años. Al mirar para atrás ¿qué ve?
Yo entré a trabajar al Templo cuando aún no pasaba mucho. Había una que otra fiesta y peregrinación en el año y la misa del día domingo. Sin embargo, lentamente empezaron a crecer las actividades. Actualmente visitan el Templo de Maipú aproximadamente un millón de personas al año y tenemos un calendario enorme de actividades. Partimos en el año con los folcloristas, bailes religiosos, las fiestas de Cuasimodo; después seguimos con otras actividades y peregrinaciones, como la de los taxis colectivos, y después el 16 de julio que es la fiesta de la patrona. Tenemos un programa de televisión con el Canal 13, "Chile canta a la Carmelita", celebramos con los pascuenses y realizamos actividades propias de la comuna durante el 18 y 19 de septiembre. Hay una diversidad muy grande de gente que peregrina de diferentes estratos sociales, culturales, de deportes, folclore, sindicatos, gremios y del arte. Cuando me preguntan que hago, podría decir que yo organizo fiestas.

El padre Raúl Feres Shalup, que ya lleva 43 años de sacerdocio, nació en La Serena en 1933 y a los 17 años se trasladó a Santiago a estudiar leyes en la Universidad Católica. Sin embargo, no terminó esta carrera ya que en 1953 ingresó al noviciado, movido por su contacto con la juventud perteneciente al Movimiento de Schoenstatt. Fue en Friburgo, Suiza, donde realizó sus estudios de teología y filosofía, y obtuvo el grado de Licenciado en Teología. Allá se ordenó sacerdote y regresó a Chile en 1961. Sus primeros años asesoró grupos schoenstattianos en el sur y desde el ‘66 al ‘71 sirvió en la Parroquia Universitaria de Concepción, en trabajos con estudiantes de la educación superior.

¿Qué le ha entregado el trabajo en el Santuario?
Cuando uno conoce a los fieles que visitan este lugar uno se da cuenta toda la seriedad y autenticidad de sus expresiones, en ese sentido yo he aprendido mucho de ellos; de su humildad, su generosidad y de la gran fe y confianza en la Virgen. Por otra parte está también la misericordia. Los santuario son brazos abiertos del señor y eso le enseña a uno ser más misericordioso y menos rígido. Tenemos que acoger a gente de todo tipo sin hacer distinción, e independiente si está o no en la comunidad. Vienen muchos creyentes con una gran carga de pecado y de dolor, y que necesitan una palabra de estímulo. Sin embargo, algunos no se atreven a ir a la parroquia y prefieren llegar en el anonimato, como lo puede hacer en el santuario. Por eso nosotros tenemos una gran tarea en cuanto a esto, es decir, dar lugar a que la gente se exprese en su lenguaje, con la danza, la poesía, la manda y la peregrinación, tanto individual como colectiva.

¿A qué cree que se debe la creciente afluencia a los santuarios?
A la búsqueda religiosa de la gente y del sentido de la vida. Los santuarios son muy importantes dentro del mundo de la iglesia porque atraen a mucha gente, personas que no siempre van a la misa dominical, pero que son devotos de un santo. En Chile vemos un aumento considerable de creyentes que va a los santuarios. Según una estadística el 80% de la población católica visita estos lugares o práctica de alguna forma la religión popular mediante las medallas o la manda.

Por otra parte, los santuarios son lugares más libre y espontáneos ya que entregan la posibilidad de que la gente se exprese en forma religiosa distinta que en la misa. Tenemos muchas bendiciones, como por ejemplo, de autos, de guaguas, de todo lo que se te pueda ocurrir. Permiten también una convocación multitudinaria en torno al santo en forma espontánea que surge propio de la cultura popular y que no necesariamente es parte de la liturgia oficial. Aunque se celebren misas y se ofrece confesiones se da cabida a otras expresiones como la manda, las velas, entrar de rodilla y el agua bendita, gestos que son propios de una religión que se extiende por 500 años.

Hay que responder a todo este mundo que no está en los cuadros de la iglesia por diferentes razones, o porque no están en la parroquia o no les atrae. Se sienten mucho más cercanos al expresarse en su leguaje. Eso sí, siempre orientándolos para que no se transforme en algo supersticioso y mágico.

¿Qué le parece la supuesta prohibición del vaticano de este tipo de expresiones religiosas?
Primero quiero aclarar que eso no es nada oficial y que me parece un poco extraño. Segundo, estoy absolutamente en contra. El mismo Papa, que es la suprema autoridad de la Iglesia, ha aceptado esta forma. Cuando va a algún lado lo aplauden y lo interrumpe. Incluso el Concilio, hace 40 años, promovió la participación activa del los fieles en la liturgia y que no estén como meros espectadores.

¿Cuáles son las nuevas tareas que se han propuesto como Santuario?
El santuario tiene muchas tareas y desafíos como la creación de la radio comunal, al igual que una revista; mejorar la implementación y lograr un financiamiento más estable. Próximo año se cumplen 30 años del Templo de Maipú. La idea es hacer un año dedicado a la Virgen y que el santuario tenga una proyección nacional. Hay una propuesta de llevar la Virgen por el país, vamos a ver si resulta.

Por otro lado, está el Bicentenario. Nosotros creemos que el Santuario de Maipú es un símbolo muy importante en este caminar al Bicentenario. Que éste no sea solamente una celebración laica sino que también tenga un sentido religiosos. El santuario más adecuado para esto es el de Maipú, que está unido a la historia de Chile.

¿Qué ha significado para Usted, en lo personal, llevar tanto tiempo en este cargo?
Una alegría enorme y una realización de mi sacerdocio. Es una tarea muy gratificante con la cual he podido crecer y madurar con la gente. Me siento parte integrante de la comuna de Maipú. El pueblo me estimula mi fe y me anima como sacerdote. Me encanta el contacto con la multiplicidad de fieles y ayudar a la unidad, la reconciliación, a los pobres, los más débiles y marginados. Aquí encontré un campo muy fecundo de realizaciones porque abre amplias posibilidades en conexiones con la comunidad y con el país. Esto tiene una resultante muy hermosa y le doy gracias a Dios que me ha puesto aquí.
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